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La marcha organizada ayer para exigir la localización de 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa transcurrió pacíficamente, pero concluyó con actos vandálicos contra el Palacio Nacional por parte de grupos autodenominados anarquistas.

En el Distrito Federal alrededor de 3 mil personas marcharon de la Procuraduría General de la República (PGR), después de las 8 de la noche, gritando consignas como: "No es uno, no son 10, queremos de regreso a los 43".

A las 10 de la noche, al culminar la movilización denominada "¡Ayotzinapa vive! El Estado ha muerto", un grupo grafiteó la fachada de Palacio Nacional. El conjunto de anarquistas logró derribar las vallas metálicas que resguardaban el inmueble.

Con las vallas golpearon el portón de madera, al cual también le prendieron fuego por algunos minutos, le dieron de palazos y lo pintaron en su intento por ingresar al recinto.
"¡La pintura se quita, la sangre no!" y "¡Fuera Peña!", fueron algunos de los gritos de los encapuchados.

Otro grupo de manifestantes trató de contenerlos gritando "¡sin violencia!". La mayoría de los inconformes llamó a mantener la civilidad y alejarse del sitio, mientras que elementos de Guardias Presidenciales se retiraron del lugar.

Aproximadamente 40 minutos más tarde, el Estado Mayor Presidencial con equipo antimotines salió para cubrir la puerta que empezó a ceder tras varios intentos de incendiarla y por los golpes con vallas. 

Hubo enfrentamientos momentáneos y los antimotines se retiraron, mientras que elementos de Guardias Presidenciales retomaron el control de la zona aledaña al inmueble.

En el techo se apostaron militares con cámaras de video y binoculares.

Los anarquistas no pudieron continuar con su objetivo de derribar la puerta, pero comenzaron a destruir las banquetas para usar las piedras como proyectiles contra los elementos de seguridad, y también utilizaron botellas de vidrio y otros objetos para tratar de dañarlos.

En el Zócalo se leyó un manifiesto en el que denunciaron que el gobierno federal dio la hipótesis de que los normalistas fueron ejecutados y calcinados para cerrar el caso.

Recriminaron que sus pruebas son restos encontrados en bolsas de basura y a los cuales no se les han practicado los exámenes de ADN para identificarlos fehacientemente.

La marcha salió de la PGR a las 8:20 de la noche y llegó al Zócalo alrededor de las 10 de la noche. Frente a la dependencia los manifestantes se tiraron al suelo un minuto y en silencio en honor a los estudiantes de Ayotzinapa.

Tras una hora de enfrentamientos y al cierre de la edición había un número indeterminado de detenidos y se reportaban seis heridos, entre ellos un guardia presidencial y un civil que quedó inconsciente.

En tanto, la marcha "43x43", que salió el pasado lunes de Iguala, llegó a la ciudad de México para realizar una nueva movilización hacia el Zócalo capitalino para exigir la aparición de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa.

El contingente de más de 200 personas, encabezado por José Alcaraz, llegó a las 6 de la tarde a la explanada de la delegación Tlalpan, donde pernoctó.