La creciente inseguridad y el descontento social en Guerrero, son factores que pueden llevar a deteriorar la liquidez de la entidad, enfrentar un mayor endeudamiento y afectar su economía, advirtió la agencia calificadora Standard & Poor´s (S&P).

Al revisar la situación financiera de Guerrero, y cambiar su perspectiva de estable a negativa, destacó también que la inestabilidad institucional en la entidad y la falta de claridad de la planeación financiera del recién designado equipo de administración podrían afectar su perfil y su administración financiera, además de su economía.

De acuerdo con su escenario negativo para 2014-2016, la calificadora in dicó que los superávits operativos de Guerrero podrían descender por debajo de 2% de sus ingresos operativos o en torno a 800 millones de pesos, en comparación con el promedio de 6% en 2011-2013.

Atender los problemas de seguridad pública y dar respaldo a los municipios más afectados por la violencia incrementaría el gasto operativo del estado, estableció.

Así, subrayó que el principal desafío de esta administración será mitigar el impacto financiero derivado de la creciente inseguridad hasta que un nuevo gobierno asuma el cargo en septiembre de 2015.

Para 2014-2016, el escenario negativo que tiene S&P del estado considera que después de un gasto de inversión que alcanzarían 5,000 millones de pesos, o 10% de los gastos totales, el déficit de Guerrero superaría los mil millones de pesos.

En octubre de 2014, se designó a Rogelio Ortega como gobernador interino en sustitución de Ángel Aguirre Rivero, tras la desaparición de 43 estudiantes de la normal de Ayotzinapa, uno de ellos ya identificado.

Para S&P los cambios reflejan inestabilidad institucional. Además la planeación financiera y metas del nuevo equipo de administración financiera todavía no son claras.

Sin embargo, el gobierno federal respalda fuertemente las finanzas del estado mediante transferencias ordinarias y extraordinarias. Redacción