Superan el miedo y vuelven a clases, en Apatzingán
AVANCE. Los maestros buscarán redoblar el paso para poner al corriente a los alumnos tras los días perdidos. (Foto: RAMÓN ROMERO / EL UNIVERSAL )
julian.sanchez@eluniversal.com.mx
APATZINGÁN, Mich.— Tomadas de la mano, las dos hermanas Yuriana y Joana corrían por el pasillo de la primaria “José María Morelos y Pavón” para dejar su mochila en el salón de cuarto “C”. Ajenas a lo que se vivió en la última semana en este municipio, pues sus padres las llevaron a Uruapan, las cuatas dicen estar muy contentas de volver a clases luego de reanudarse éstas, después de una semana, en las escuelas de todos los niveles en esta localidad, adonde ingresaron las fuerzas federales el pasado martes 14.
Entre risas y brincos, jugueteaban con sus compañeras de salón mientras esperaban el toque para formarse y participar en la ceremonia cívica de los lunes. Apresuradas, una vez que sonó el timbre, Yuriana y Joana se formaron junto a sus compañeros en el patio de esta escuela, la más grande y antigua de Apatzingán, que atiende en el turno matutino a 800 alumnos, aunque no todos llegaron ayer, pero sí la mayoría que observaba al llegar el constante paso de vehículos con elementos del Ejército y de la Policía Federal.
Ya en orden, los alumnos que poco antes corrían y brincaban se dispusieron a iniciar la ceremonia con la banda guerra de la institución y hacer los honores a la bandera. A través del altavoz, el maestro de sexto grado, Víctor Manuel Casillas Sánchez, les decía a los alumnos: “Vamos a reiniciar las labores correspondientes, tratando de ser normales y que la situación que nuestra ciudad ha vivido anteriormente, que sea más tranquila y tengamos confianza y tengamos fe en lo bueno y ojalá que todo surja de una manera correcta”.
Lo mismo decía la directora Roselia Sánchez Valencia, quien señaló que fue una semana de retraso y que harán un esfuerzo para recuperar las clases perdidas debido al conflicto de los últimos días, que obligó a suspender las clases un periodo que, dijo, es el más largo que han tenido, pues en otras ocasiones cuando se ha dado una situación de violencia se les avisa estando en clases y llaman a los padres para que vayan por sus hijos y sólo ha tardado un día.
“Como ciudadana creo que el que se hayan suspendido las clases está muy mal por la situación que hemos padecido, pero ya nos tocó vivir en esta región de Tierra Caliente, que en los últimos años se ha visto empañada por estos sucesos. Pero estamos aprendiendo a vivir en esta situación tan triste por la violencia. Ahora a trabajar a marchas forzadas”, dijo.
Padres de familia coincidieron con la directora en su desacuerdo con la situación que tienen que enfrentar ante los actos de los últimos años del crimen organizado. Expresaron su preocupación de dejar a sus hijos todos los días en la escuela.
“Ojalá que vuelva la tranquilidad y se supere este ambiente tan tenso, porque los niños están también con miedo. Mi hijo cuando ve que va a ser hora de salir, si ve que no llega uno puntual le da miedo y comienza a llorar. Le da miedo que vaya a pasar algo. Por eso trato de estar temprano”, dijo Cecilia García, madre de un alumno.
Óscar Jared Trujillo Magaña, de sexto grado, reconoce que sí siente temor de que algo grave pueda resultar de la violencia afuera de su escuela. “Por esta situación a veces hasta me siento mal, porque digo: ‘¿qué va a ser de nosotros?’. Aunque puede que mejore la situación...
“Lo que yo haría para mejorar las cosas es hablar con todos formalmente. Y ojalá y ahora sí (las Fuerzas Armadas) hagan su trabajo bien para que todo se mantenga en orden, como ha sido siempre en Apatzingán”, consideró el alumno, de 12 años.
Ya en el salón de clases, el profesor de sexto grado Dany Costeño Guerrero destaca que fue “una gran pérdida de clases” estos cinco días que no asistieron los alumnos, por lo que como maestro deberá acelerar el paso para poner a sus alumnos al corriente.
“Ellos vienen con muchas ganas de trabajar y dedicarse más a sus libros y confían en que todo esté normal, y a nosotros nos toca cuidarlos aquí y hacer nuestra labor para que salgan bien preparados a pesar de la situación que permea en Apatzingán”, subrayó Costeño Guerrero.