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MORELIA, Mich.— Son las ocho de la mañana y el termómetro marca cuatro grados centígrados. La contienda interna por la sucesión en el PAN ha cobrado un especial matiz entre el senador Ernesto Cordero y su actual dirigente, Gustavo Madero, quien busca la reelección.

Pero en este momento la preocupación no se centra en las acusaciones de “moches” o actos de corrupción, sino en la demora del senador Cordero, quien quedó con Roberto Gil y Javier Lozano, a salir a trotar en tierras michoacanas durante los trabajos de reunión plenaria.

La carrera comenzó con un retraso de casi 15 minutos porque el senador Cordero se quedó dormido, pero su equipo de trabajo dijo que salió tarde porque estaba revisando unos correos.

“¡Ya apareció el angelito!. Amárrate bien las agujetas, no te vayas a matar, necesitamos un presidente fuerte”, bromeó Lozano con el ex secretario de Hacienda, quien sonriente saludó a sus compañeros.

Al término de la carrera, Cordero dijo que se está preparando para la contienda interna de su partido, que sabe que el suelo no estará parejo, pero dijo que él llegará en primer lugar.

Ayer, al concluir su plenaria, senadores del PAN acordaron que para no generar ventajas entre los candidatos a renovar su dirigencia nacional, no harán ningún pronunciamiento en favor o en contra de algún aspirante y sobre todo emplearán recursos económicos de la fracción en ese proceso interno.