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Acapulco, Gro.— Las protestas y movilizaciones de familiares y normalistas para exigir al gobierno federal la localización con vida de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, desaparecidos desde el pasado 26 de septiembre, escalaron al grado de paralizar por tres horas y media el Aeropuerto Internacional Juan N. Álvarez de este puerto.

Ello, luego de un enfrentamiento con policías estatales que dejó un saldo de 16 agentes de la Secretaría de Seguridad Pública local heridos, entre ellos, dos mujeres.

Cientos de estudiantes, padres y maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG) tomaron por primera vez el control de la terminal área que conecta al puerto turístico con la ciudad de México y Estados Unidos, sin que ninguna autoridad federal se los impidiera.

De acuerdo con personal del aeropuerto de Acapulco, el bloqueo comenzó a las 12:00 horas y terminó a las 15:30 horas, en la zona de la terminal, debido a que un “contingente aproximado de entre mil y mil 500 personas se presentó para manifestarse de manera pacífica”.

Las aerolíneas Aeroméxico, Interjet y United cancelaron sus vuelos programados durante este periodo, lo que afectó a cientos de usuarios debido a que sus vuelos no arribaron.

“Los pasajeros que llegaron en los horarios del bloqueo fueron atendidos y trasladados a diferentes puntos”, explicó el Grupo Aeroportuario del Centro Norte, y aunque el bloqueo del aeropuerto se realizó en el exterior de sus instalaciones, un grupo de normalistas ingresó al área de “check in”, donde realizó una serie de pintas con las leyendas: “asesinos” o “Ayotzi Vive” y “En pie de lucha”.

Las tiendas del aeropuerto estuvieron cerradas. La vigilancia militar se retiró de la terminal aérea para evitar incidentes con los manifestantes.

Bloqueo. “No transpasing” (sic), repetían los maestros de la CETEG a un par de turistas “gringos” que caminaron aproximadamente unos dos kilómetros, con su equipaje para llegar al aeropuerto, pero se vieron impedidos para cruzar el muro humano que colocaron los maestros a unos metros del estacionamiento.

Minutos después, el cerco se rompió y todo el contingente se apoderó de las instalaciones. Los de Ayotzinapa se apostaron en las entradas de la terminal para asegurar que nadie entrara o saliera. “Esta es una toma simbólica, vamos a cerrar el aeropuerto por tres horas nada más, no va a entrar ni a salir nadie”, aseguró Felipe de la Cruz, representante de los padres de los 43 desaparecidos, quien se reunió con el administrador de la terminal aérea para notificarle sobre su protesta.

El profesor aseguró que esta toma no afecta a los turistas y sus agravios sólo son de unas horas de retraso, “recuerden, son 43 desaparecidos, tres muertos, varios heridos, esto no afecta en nada”, dijo.

Antes, el propio De la Cruz tuvo un diálogo, vía telefónica, con el subsecretario de Gobierno de la Secretaría de Gobernación (Segob), Luis Enrique Miranda, para solicitar que se liberara el acceso al Boulevar de las Naciones, donde la Policía Federal instaló un cerco con elementos antimotines.

El ingreso de los manifestantes se permitió con la condición de que los inconformes dejaran las bombas molotov, machetes y bidones con gasolinas que llevaban consigo.

Luego, a la altura del exclusivo centro comercial de La Isla, en Punta Diamante, los estudiantes se enfrentaron a golpes con un grupo de policías estatales antimotines, a quienes en la refriega los despojaron de cascos y escudos. Se reportaron 16 policías lesionados, entre ellos, dos mujeres.

Ahí también los normalistas quemaron un carro y voltearon dos vehículos más, además, quebraron los vidrios de un negocio.