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Amnistía Internacional y el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez denunciaron que la Procuraduría General de la República (PGR) tiene deficiencias para documentar la tortura, por lo que es indispensable la intervención de organismos independientes y que armonice sus peritajes conforme a los estándares internacionales.

Mario Patrón, director del Centro Pro, explicó en conferencia de prensa que esta situación quedó en evidencia en el caso del ciudadano hondureño Ángel Amílcar Colón, quien fue liberado luego de estar cinco años en prisión acusado de crimen organizado, tras una declaración obtenida bajo tortura.

Érika Guevara Rosas, directora del Programa de Amnistía Internacional para América, lamentó que el reconocimiento de la tortura y su inocencia se haya retrasado todos esos años, por lo que exigió que se le repare el daño.

Ángel Colón es un migrante que fue detenido en marzo de 2009 por la policía estatal y federal y por militares en Tijuana, quienes además lo golpearon, lo sometieron a asfixia y a insultos racistas para que se declarara culpable de delitos contra la salud, delincuencia organizada y acopio de armas de uso exclusivo del Ejército.

Pese a que, ante un juez, denunció que su confesión había sido obtenida bajo tortura, fue recluido de manera preventiva en el penal de máxima seguridad de Tepic.

Este jueves fue liberado luego de que la PGR se desistió en su acusación el pasado 15 de octubre. Ángel Colón dijo que aunque no guarda rencor, quiere justicia, ya que además de que fue encarcelado de manera injusta, durante su cautiverio murieron cinco de sus familiares.