Entrevista. Respeto al PRD, exige Navarrete a Ebrard
. (Foto: JORGE RAMOS EL UNIVERSAL )
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Carlos Navarrete Ruiz se ve agotado. Antes de que el PRD tenga reglas para elegir nueva dirigencia ya recorrió el país entero, en busca de militantes. Pero mientras suma millas en avión y kilómetros en carretera, en la cúpula de su partido debaten apoyar la candidatura de unidad del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, incluso entre miembros de la corriente Nueva Izquierda, a la cual pertenece.
“(La candidatura de Cárdenas) es especulación, absolutamente especulación”, afirma convencido de que así es. El ingeniero, mientras tanto, sigue sin aceptar o rechazar públicamente el ofrecimiento, simplemente agradece las deferencias.
Navarrete Ruiz reaparece tras la andanada de Marcelo Ebrard, el ex jefe de Gobierno del DF, quien dijo a EL UNIVERSAL que no le interesa un PRD subordinado al poder para su candidatura a la Presidencia de la República en 2018. Navarrete se pone los guantes y le aclara a Ebrard que nadie tiene posibilidades de dirigir al PRD siendo tan críticos del partido.
Marcelo Ebrard nos dijo que no le interesa un PRD subordinado al gobierno para una candidatura presidencial en 2018, ¿los destinatarios son Carlos Navarrete y Nueva Izquierda?
No lo asumo así. No acuso recibo. No fue para mí (la declaración).
¿Y no es subordinado el PRD?
De nadie, de nadie. El PRD no puede ser un partido utilitario ni para Peña Nieto ni para los dirigentes. Creo que nadie tiene posibilidades de dirigir al PRD siendo tan críticos de él. Hay que respetar al partido, son más de 3 millones de militantes y cuando se le descalifica se les descalifica. Marcelo es un hombre valioso y puede ser una figura muy importante en el futuro inmediato del PRD. Ojalá actúe con serenidad y entienda que su vida política futura se encuentra en este partido y no en otra parte.
¿Carlos Navarrete declinaría su intención del PRD y bajo qué circunstancias?
Ni me lo han planteado, ni me lo he planteado. No lo veo en el escenario. En función de qué, con qué argumentos o razones. No las veo. Que hay otros aspirantes, qué bueno.
¿Ni con un acuerdo en torno a Cuauhtémoc Cárdenas?
Te contesto esa pregunta cuando el ingeniero se postule. Entonces platicamos. Lo demás es especulación, absolutamente especulación. Material para columnas políticas, chismes de café que trascienden a columnas.
A principios de febrero, Elías Moreno, colaborador de Ebrard, habló con liderazgos, a quienes les comunicó la idea de apoyar a Cárdenas, ¿le llamó a usted?
No.
Como andaba de gira, tal vez no tenía usted señal en su celular…
A lo mejor no tenía señal en el teléfono o no se animaron a comentármelo…. Mejor no especulo. Sonríe.
¿No hay guerra sucia dentro de la corriente Nueva Izquierda, en contra suya?
Ni en Nueva Izquierda, ni en el partido. No la siento, no la percibo, no la huelo. No tengo problemas para dialogar con nadie…
¿Ni con López Obrador?
Tampoco tengo problemas con él. Lo respeto como líder opositor, reconozco sus virtudes y debilidades, es un ser humano.
¿López Obrador le va a “pellizcar” votos al PRD?
Ya veremos, quien da y quita es el elector, no las estadísticas.
El que da y quita, con el diablo se desquita, ¿no?
Eso decían las abuelas, pero como soy agnóstico, el diablo no me dice nada —se ríe el perredista.
Navarrete se ha pronunciado a favor de que sea el Instituto Nacional Electoral (INE) quien se encargue del proceso interno perredista, con la instalación de urnas y elabore las boletas, con el padrón de militantes perredistas.
Al PRD se le acusa de ser comparsa del gobierno actual. ¿Comparte esta opinión?
No solamente no la comparto, la rechazo categóricamente. Los malquerientes del PRD difunden esa versión falsa y dolosa.
El PRD, con Nueva Izquierda, es proclive a la negociación, lo hizo con Felipe Calderón. ¿Es bueno o malo eso?
No hay PRD de Nueva Izquierda. Nueva Izquierda no dirige sola al partido. Hay siete corrientes y ninguna tiene mayoría, Nueva Izquierda tiene un peso de 35%, pero todas las demás son el 65% restante. No se puede decir que una sola corriente dirige al PRD, gobernadores, legisladores y militantes. El PRD siempre ha estado frente a los gobiernos del PRI y del PAN porque no somos lo mismo, pero cuando ha habido necesidad de negociar reformas, las hemos hecho. Lo hicimos con (Ernesto) Zedillo (ex presidente de México) cuando Porfirio (Muñoz Ledo) era presidente (del PRD), la reforma electoral de 1996. También se negoció con Zedillo que se respetaran los resultados electorales, cuando López Obrador era presidente (del PRD). Fuimos una oposición muy fuerte con Vicente Fox y, sin embargo, hubo contactos. Nunca ha habido un PRD cerrado o totalmente abierto, siempre ha habido circunstancias, con todos los presidentes. Por eso rechazo que el PRD hoy está cercano al gobierno. No es cierto, ni lo está ni lo estará en el futuro.
¿Con Carlos Navarrete en la presidencia del PRD sería más fácil para el presidente Enrique Peña Nieto negociar que con otro tipo de dirigencia, como la de Cuauhtémoc Cárdenas?
¿Por qué suponen eso? ¿Qué lo acredita? ¿Qué antecedentes hay? De los dichos a los hechos hay mucha diferencia. ¿Ya se les olvidó que yo encabecé el acto en la Cámara para impedir que Vicente Fox entrara a rendir su sexto Informe de Gobierno? ¿Ya se les olvidó que Javier González y yo encabezamos el acto de protesta en 2006 en el Congreso?
E impidieron el uso de explosivos en ese 1 de diciembre de 2006…
¡Ah! Eso sí no, porque no somos fedayínes. Nadie lo es, por cierto, en este país, ni los que se dicen más radicales. Yo soy un dirigente de izquierda con pensamiento y cabeza propios. He aprendido a luchar y pelear con los contrincantes. Soy enérgico, tengo carácter. Sé convencer, debatir y argumentar. No soy un dirigente faccioso que ponga el interés del PRD por delante, aunque al país le vaya mal.
¿Sería un presidente cómodo?
Ni cómodo, ni incómodo. Conozco muchos incómodos de palabra y muy cómodos en cortito. Yo sería un presidente del PRD que intentaría poner de pie al PRD para el próximo proceso electoral, buscaría mayores grados de unidad y sería muy exigente ante el gobierno de Peña Nieto en cuanto a resultados y señalar deficiencias. Y para oponernos en lo que no compartamos, sin estridencias, porque no me gustan…
¿La calle…?
Muchas veces he estado en la calle, pero no soy de los que me quito la camisa para protestar ni tampoco me aviento a las ruedas de un autobús para parar una comitiva presidencial, no soy de esos ni lo seré. No soy un político de shows sino de pelea parlamentaria y política, mediática. Conmigo el PRD tendría un presidente batallador y trabajador. Pero no tengo que acreditar mi vocación opositora con nadie. Ni me he enriquecido, ni me han comprado.