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En 2014, la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) tendrá tres retos importantes: presentar el rediseño del programa Oportunidades —con “una salida productiva” para los beneficiarios—; la conformación del Sistema Nacional de Programas Sociales y la estrategia alimentaria para las comunidades de los 400 municipios de la Cruzada Nacional contra el Hambre (CNCH).

De acuerdo con datos recabados por EL UNIVERSAL, el rediseño del programa de transferencias económicas planea apoyar al 20% de las familias afiliadas, 1.3 millones, a través de Nacional Financiera para crear “empresas familiares” con capacitación para el trabajo.

Rosario Robles, titular de la Sedesol, reconoció que en su esquema actual el programa principal de combate a la marginación ha fallado en abatir la pobreza, y sólo ha logrado “contenerla”.

En el rediseño también se aumentarán las becas para los jóvenes a la educación superior, ya que se estima que 150 mil beneficiarios “se gradúan” del programa sin opciones de trabajo o de poder seguir estudiando.

Clara Jusidman, presidenta honoraria de la organización INCIDE Social, asegura que desde el cambio de Progresa a Oportunidades en 2002, se planteó el reto de “la salida productiva”, pero no ha sido fácil de lograr.

“Ha sido un problema histórico, los jóvenes no se quedan en sus comunidades porque no hay mayores niveles educativos y tampoco empleo; pero no es un asunto fácil: tiene que ver con el crecimiento de la economía, no puede desligarse de la generación de empleos e ingresos dignos”, señala en entrevista.

La investigadora advierte que el salario mínimo en el país ha perdido 79% de su valor original en tan sólo 30 años, “si se sigue con una política laboral que deprime el salario sólo vamos a tener ‘microchangarros’, como planteaba Vicente Fox, los jóvenes van a seguir expuestos a la violencia, sin oportunidades laborales dignas”.

También, el gobierno federal anunciará en las próximas semanas el Sistema Nacional de Programas Sociales, que busca evitar duplicidades en la entrega de los apoyos.

Se prevé que con este sistema también exista un “recorte” de programas que cumplen un doble propósito, como los apoyos alimentarios o de pensiones a adultos mayores en los estados.

Para la creación de este registro se trabaja con los gobiernos de los estados, la organización Transparencia Mexicana y el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

Clara Jusidman advierte que la conformación del padrón único se ha planteado desde los últimos 10 años, pero no se ha logrado.

“A veces las personas requieren de más de un programa social debido a sus condiciones de vulnerabilidad, como un adulto mayor que también necesita apoyo para vivienda o salud; esta es una meta que no lograron durante el sexenio pasado”, explica.

Mayor calidad

Uno de los pendientes durante el primer año de la Cruzada Nacional contra el Hambre (CNCH) es la creación de dietas nutritivas como parte de la estrategia de los 400 municipios.

Xaviera Cabada, de la organización El Poder del Consumidor, asegura que el reto es hacer accesibles los alimentos saludables, sobre todo con la competencia de las industrias que logran llegar a comunidades más alejadas.

“La industria hace una labor más eficiente de acceso, pero son productos chatarra, con altos contenidos de azúcar, grasa y sal, la CNCH tiene que considerar alimentos de pequeños y medianos productores para evitar que se importen productos que el país produce”.