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La Guardia Nacional de Texas se enfrenta por primera vez a un despliegue largo de sus tropas en la frontera con México, ya que se prevé que en una primera fase dure un año su permanencia en esa zona, donde colocará sensores de movimiento para detectar cruces y evitará confrontaciones con los ilegales.

El inicio del despliegue de la Guardia Nacional de Texas es cubierto por la fuerza de reserva de militares, la que finalizó su entrenamiento para esta misión en el Campo Swift y llegó a la zona del Valle del Río Grande para apoyar la crisis provocada por el arribo de menores ilegales, sin compañía, centroamericanos.

El general John Nichols, a cargo de la Guardia Nacional, indicó que nunca antes se había enfrentado la posibilidad de tener un despliegue de largo plazo, ya que en esta ocasión se proyecta por lo menos un año completo en la frontera.

Durante su comparecencia ante el Congreso local, esta semana, el general Nichols indicó que esta es la primera ocasión que la misión de las tropas de la Guardia Nacional no tendrán una fecha límite, previamente han realizado operaciones de entre tres o cuatro semanas por casos de emergencia.

Por otra parte, los militares de la Guardia Nacional de Texas desplegados cuentan con equipo para defensa personal y se les entrena para evitar confrontaciones con los indocumentados, pues servirán de apoyo táctico a los elementos del Departamento de Seguridad Pública de Texas, a los Rangers y a autoridades fronterizas federales.

Los miembros de la Guardia Nacional contarán con el apoyo de helicópteros de vigilancia, proporcionarán primeros auxilios cuando sea necesario, algunos hablarán español para tener una mejor comunicación con los ilegales y desplegarán sensores para detectar el cruce de ilegales en la frontera con México.

Repudia México medida

Ante la decisión del gobierno del estado de Texas de enviar elementos de la Guardia Nacional a la zona fronteriza, el gobierno de México reiteró su rechazo a la medida y aseguró que a través de la red consular en Estados Unidos se tomarán todas las medidas necesarias y no se escatimarán esfuerzos para garantizar el respeto a los derechos de los mexicanos en Texas.

Expresó su repudio “de manera firme y categórica” por esta decisión. “No existe circunstancia alguna o cambio negativo en la seguridad fronteriza que justifique o motive esta acción estatal”, dijo en un comunicado la Secretaría de Relaciones Exteriores.

Agregó que este tipo de decisiones unilaterales no abonan a los esfuerzos conjuntos impulsados por los países a fin de construir una frontera moderna, próspera y segura.