Partidos, exhibidos por caso Ayotzinapa
ariadna.garcia@eluniversal.com.mx
Iguala le cobró factura a los políticos. La estructura de la clase política, cerrada a los ciudadanos, los sucesivos casos de corrupción, la impunidad, la falta de crecimiento económico y actualmente una inseguridad incontrolable, son algunas de las razones que mantienen a los políticos con una imagen deteriorada que se mostró evidente con lo ocurrido con los normalistas en Guerrero.
La incapacidad de las autoridades para resolver la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, afectó de manera profunda a la clase política, evidenciando que sus intereses actuales han sido sólo el ganar votos y elecciones, sin mirar a quiénes recurren para ello, coincidieron politólogos.
Hoy, se sabe que el 26 de septiembre pasado, policías municipales de Iguala y Cocula, Guerrero, por órdenes del entonces alcalde José Luis Abarca —ya detenido— dispararon sus armas en contra de estudiantes de Ayotzinapa con un saldo de seis personas muertas, 25 heridas y 43 desaparecidos.
“Iguala les ha venido a cobrar la factura a los políticos, a los partidos, a los legisladores, a todos”, aseveró el politólogo José Fernández Santillán.
Los partidos políticos, dijo, no respetaron la ética y la moral con la que se deben conducir en su labor y centraron su atención en la búsqueda de dinero.
“Yo creo que lo que ha traído Iguala es que ha descobijado a la clase gobernante en el sentido de que hoy sabemos que es una clase pragmática, que no ha parado y no se ha puesto a reflexionar sobre los límite éticos que implica la política”, dijo.
Doctor en ciencia política, Fernández Santillán advirtió que “todos se han encargado de quejarse, de echar culpas al Estado, de aprovechar el momento para montarse en el problema de Ayotzinapa y sacar raja política, pero no han visto más allá de sus narices y lo que hoy nos exige el momento es reflexionar sobre el estado nacional, replantearlo y sacarlo adelante”.
El integrante del Centro de Investigación y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), Alberto Aziz Nacif, indicó que es evidente el deterioro político de todos los partidos, porque han tratado de negociar el pacto de impunidad y buscan salirse del problema generado en Guerrero, a partir de las culpas entre unos y otros.
“En efecto, salió a relucir el deterioro de la clase política. No hay iniciativas de esta clase política para resolver el problema, están pasmados”, evaluó Aziz.
El jefe del Departamento Académico de Ciencia Política del ITAM, Vidal Romero León, dijo que el problema político en México, actualmente, es que existió una transición democrática, pero sin cambio de instituciones.
“Una vez que ya se tiene el costo de coludirse con criminales, como se tiene ahorita, desde los partidos —entonces— van a vigilar a quién postulan, porque hasta ahora nos queda claro que nos les importaba”, apuntó.