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Los partidos políticos admitieron el daño que les causó el caso Ayotzinapa, aunque sostienen que no todos son José Luis Abarca, ex alcalde de Iguala vinculado a la desaparición de 43 normalistas.

El presidente nacional de Acción Nacional, Ricardo Anaya, sostuvo que ante el descontento social que hay en México, una sociedad agraviada y con desconfianza, existe una crisis que obliga a los políticos a ser sensibles y garantes del Estado de derecho, al tiempo que los partidos “debemos estar a la altura de las circunstancias”.

El panista comentó que los hechos de Ayotzinapa dan una lección a la clase política y la obligan a recomponer el sistema, a frenar la corrupción e impunidad, de ahí la necesidad de cambiar las bases legales mediante un Sistema Nacional Anticorrupción, pero, sobre todo, enfrentar el reto de darle respuesta a la sociedad que cada vez es más crítica, por lo que no hay tiempo ni lugar para “soluciones cosméticas o paternalistas”.

Anaya Cortés puntualizó que lo ocurrido a los normalistas de Ayotzinapa es el síntoma de un profundo proceso de descomposición institucional, sobre todo cuando la debilidad de las instituciones no es privativa ni de Iguala ni del estado de Guerrero. “El problema es mucho mayor y se ha gestado en el descuido, la negligencia o en la complicidad de las autoridades”, afirmó el panista.

Consideró que si bien debe darse una conversión política, se requiere fortalecer las instituciones con la participación de todos; que el gobierno garantice el Estado de derecho, “que ponga el ejemplo”; un Sistema Nacional Anticorrupción, que promueva y garantice un sistema político honesto, transparente y eficiente, así como partidos que “sean parte de la solución, no parte del problema”.

Escenario complicado. El presidente del Senado de la República y coordinador de la bancada del PRD, Miguel Barbosa, dijo que “el momento es muy complicado para todos los rostros vinculados con la clase política, y el pueblo se siente insatisfecho por todo y contra todos, no sólo con los políticos, también contra los esquemas de vinculación social”.

El presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, el priísta Enrique Burgos García, afirmó que en el escenario complicado actual, derivado de los hechos de Iguala, “se requiere política en el mejor sentido, como es la oportunidad de proponer alternativas a la sociedad, de lograr consenso, y orientar al pueblo en el mejor trazo y el mejor camino”.

El panista Roberto Gil Zuarth, presidente de la Comisión de Justicia en el Senado, advirtió que la desconfianza y la falta de credibilidad en la clase política que resulta de la crisis de Iguala, “debe verse con especial cuidado y responsabilidad, pues ese desafecto sobre la política y los políticos en el largo plazo puede encubar situaciones de conflicto social graves”.

PRD, en riesgo. Lo ocurrido en Iguala, Guerrero, pondrá en juego el futuro del PRD, pues es “la crisis más grave de su existencia, la más comprometedora”, porque puso en duda los principios que le dieron origen: gobernar con honestidad, respetuoso de los derechos humanos y de las libertades, coinciden fundadores perredistas.

El senador del PRD Alejandro Encinas, a quien un grupo de supuestos priístas agredieron el pasado lunes en Xalapa, Veracruz, reconoció que todos los partidos y dirigentes han resultado afectados por el desprestigio arrastrado por el caso Ayotzinapa, por eso para todos, no sólo para los perredistas, quedaron vedadas las calles.

No se sabe, comentó Encinas, hasta dónde fue la infiltración del crimen en el partido.

Pablo Gómez, ex presidente nacional interino del PRD tras la crisis derivada de la anulación de las elecciones internas de ese partido en 1999, señaló que la problemática que vive hoy su partido es, sin duda, la más grave de su historia.

Lo ocurrido en Iguala, Guerrero, por decisiones ilegales de algunos gobernantes, no significa que toda la clase política del país esté involucrada, aseguró el presidente de la Fundación Colosio del PRI, Adrián Gallardo Landeros.

“Abarca no es toda la clase política, pero hay que reconocer que tenemos que actuar para impedir que existan más Abarca”, comentó el priísta.