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Ciudad del Vaticano.— En la audiencia general de ayer el Papa Francisco volvió a recordar el dramático caso de los 43 alumnos de la Normal Rural de Ayotzinapa: “Sabemos que los estudiantes, legalmente desaparecidos, han sido asesinados”. Asimismo, lamentó las condiciones que generan las operaciones del crimen organizado en todo el mundo.

“Quiero de alguna manera expresar a los mexicanos aquí presentes y a aquellos que están en su patria, mi cercanía, en este momento doloroso de la desaparición legal, pero sabemos el asesinato de los estudiantes. Se hace visible la realidad dramática de toda la criminalidad que existe detrás del comercio y el tráfico de drogas. Estoy cerca de ustedes y de sus familias”, dijo Su Santidad en la parte sustancial del mensaje que dirigió a México y los mexicanos.

Al parecer, las declaraciones del Pontífice se sustentan en el reporte de la Procuraduría General de la República (PGR), que el viernes pasado anunció que existen indicios de que los estudiantes desaparecidos desde el 26 de septiembre fueron asesinados y calcinados por integrantes de Guerreros Unidos, y sólo algunos fragmentos óseos han sido recuperados para su análisis.

Se ignora si informaciones reservadas en poder de la Santa Sede derivaron en que el Papa asegurara en su mensaje saber que los estudiantes han sido asesinados.

En su discurso el Papa subrayó “la dramática realidad criminal que existe detrás del comercio y del tráfico de drogas”, pero no sólo en México y otros países de América Latina sino también en Europa y en particular en Italia.

Un día después de su reciente encuentro con los movimientos populares, Francisco también se refirió al caso de los estudiantes desaparecidos en Iguala, pero en esa ocasión no mencionó que éstos habían sido asesinados.

El mensaje enviado a México en esa ocasión fue en buena parte consecuencia de la información que obtuvo a través de los representantes de las organizaciones mexicanas, sobre este caso, en aquella reunión.

En la audiencia de este miércoles, dirigiéndose a un grupo de militares chilenos presentes en San Pedro, el Papa también recordó el 30 aniversario de la firma, hace algunos años, del tratado de paz entre Argentina y Chile evidenciando la enorme “relevancia y valor que tiene el diálogo en estos casos”.

Luego de subrayar lo anterior, Francisco exclamó: “No sigamos litigando por las fronteras”, para después agregar que “solamente cuando hay voluntad de diálogo se pueden solucionar estas cosas”.

En la parte final de la audiencia el Pontífice argentino quiso también elevar un pensamiento de gratitud a Juan Pablo II y al cardenal Antonio Samorè, “que tanto —dijo— hicieron para obtener esta paz entre nosotros”.

Esperamos, señaló al concluir, que todos los pueblos en conflicto puedan resolver estos conflictos “dialogando en una mesa y no con la crueldad de una guerra”.