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El cardenal Norberto Rivera Carrera y los feligreses de la Iglesia católica oraron con súplicas a favor de “la aparición con vida de los 43 desaparecidos de la Normal de Ayotzinapa”, al tiempo que hicieron votos para que cese la violencia en el estado de Guerrero.

En la Catedral Metropolitana, los jerarcas de la Iglesia católica y los fieles se unieron a las diferentes expresiones de jóvenes y la sociedad civil en el país en torno a los normalistas desaparecidos desde el 26 de septiembre pasado, cuando fueron “detenidos” por policías municipales de Iguala y Cocula.

Esta vez, en la misa dominical, el cardenal Norberto Rivera encabezó la oración, las peticiones y súplicas para que las 43 personas que hoy están en calidad de desaparecidas puedan ser ubicadas con vida.

Antes, los feligreses también unieron sus voces para expresar su deseo de que cese la violencia en el estado Guerrero.

Los fieles de la Arquidiócesis también realizaron oraciones por la comunidad peruana radicada en México al celebrarse el Día del Señor de los Milagros y asistir en peregrinación hasta ese santuario.

Indignación del clero. Apenas el miércoles pasado, la jerarquía de la Iglesia católica en nuestro país expresó su postura de exigencia para que se esclarezcan los hechos de violencia contra los estudiantes.

En el marco del 22 Encuentro Nacional de Pastoral de la Comunicación, que encabezó el nuncio apostólico Christoph Pierre, los obispos mexicanos expresaron su indignación y dolor por lo que llamaron “los terribles sucesos acontecidos en Iguala”.

El 12 de octubre pasado, los obispos de Veracruz también se pronunciaron sobre el caso en un comunicado en el que indicaron que “los reprobables actos inhumanos perpetrados en Iguala en contra de los normalistas de Ayotzinapa han llenado de luto, indignación, enojo e impotencia nuestro país.

“Las sombras de la muerte se han mostrado en su peor expresión; los crímenes aumentan las cifras, y hasta ahora pareciera que las autoridades están siendo rebasadas”, criticaron.

En su mensaje, al que se han sumado otros prelados, indicaron que “hay muchos crímenes pero no aparecen los criminales. Solo fantasmas y presuntos implicados. La historia sigue siendo la misma, los criminales se escapan antes de que llegue la justicia, y la impunidad es preocupante”.