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En el escenario de que no haya leyes electorales a tiempo, el Instituto Nacional Electoral (INE) tiene un “plan B”, previsto por la misma Constitución: aplicaría el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe), por lo que el panorama no es de catástrofe, coincidieron consejeros electorales.

El consejero Marco Antonio Baños pidió descartar la idea de que si no hay regulación electoral habría “una elección caótica o una percepción de que no se tiene un arreglo normativo” adecuado.

Aunque los acuerdos legislativos se atrasaron, hay tiempo aún para emitir leyes secundarias, dijo, y planteó alternativas: “Hay un plan B y lo diseñó la misma reforma constitucional, así que simplemente estamos a la espera de que los legisladores concluyan los acuerdos”.

El INE, dijo Baños, “no tiene opción, tiene que organizar las elecciones de 2015 y desarrollar sus nuevas competencias en materia de elecciones locales y lo hará con el marco legislativo nuevo, que es lo que esperamos”.

Para el consejero Ciro Murayama lo que pasará es que las elecciones de 2015 serán similares a las de 2009. Confió en que “elecciones va a haber y bien organizadas”.

No hay crisis: académicos

En esta visión coincidieron desde la academia el investigador de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FLACSO), Nicolás Loza Otero, especialista en procesos políticos y democracia, y el director del programa en Ciencia Política en el Campus Ciudad de México del Tecnológico de Monterrey (ITESM), Gustavo López Montiel.

Loza Otero dijo que no hay un panorama de crisis. “Estamos ante situación de urgencia extrema, pero no crisis”.

Lo cierto es, explicó, que los legisladores han vuelto a incumplir con los plazos que ellos impusieron y “desafortunadamente” para el funcionamiento de las instituciones, eso no les trae consigo ningún costo.

Gustavo López Montiel dijo que por ahora aún hay tiempo y posibilidades de leyes electorales aplicables y, por tanto, el INE podrá organizar las elecciones sin problema.

En todo caso es el Congreso el que determina en la ley la fecha de inicio del proceso electoral y eventualmente podría dar más tiempo a la preparación, planteó López Montiel.