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Dirigentes y fundadores del Partido de la Revolución Democrática (PRD) iniciaron el análisis de la que ya es considerada la crisis más grave que enfrenta en 25 años de historia para tomar “definiciones”, sin descartar por ahora algunas renuncias.

En los encuentros, en los que participan legisladores y militantes de todo el país, se ha analizado que el caso de Iguala, Guerrero, que develó la postulación bajo las siglas del PRD, del alcalde José Luis Abarca, un personaje vinculado con el crimen organizado, dañó la médula del perredismo, que durante décadas se presentó como opción viable de gobierno.

Lo ocurrido en ese municipio puso en duda la credibilidad del partido, reconoció el senador Alejandro Encinas, uno de los participantes de esos encuentros, quien alertó que la crisis es diferente a los conflictos poselectorales recurrentes en el PRD, donde se denuncian “prácticas fraudulentas”.

Lo que se revela ahora es “una crisis de la credibilidad, una crisis de valores éticos dentro del partido y sobre todo el eventual vínculo de miembros del PRD con la delincuencia organizada recibiendo incluso dinero de dudosa procedencia”, dijo el senador.

Al preguntarle si renunciaría al PRD, Encinas Rodríguez respondió que “todavía” no están en ese tema pero la discusión sigue y la decisión que se tome, adelantó, será colectiva.

Otros perredistas consultados y participantes en los encuentros no descartaron “decisiones radicales” si la dirección del PRD no acepta un verdadero viraje en el rumbo del partido, “que va ya a la extinción, si no hay correcciones”, en tanto que se conoce de “muchos” perredistas que analizan irse.

El ex presidente nacional del PRD y ex gobernador de Michoacán, Leonel Godoy, cercano a Cuauhtémoc Cárdenas, reconoció que le han expresado su desencanto y deseo de renunciar, pero “planteamos que hay que seguir luchando dentro del partido”.

La crisis no es sólo por lo ocurrido en Iguala, sino por la línea política de “colaboracionismo” de los actuales dirigentes con el gobierno, y el cierre de posibilidades de participación, agregó el ex mandatario estatal.

El senador Mario Delgado, de la corriente crítica Movimiento Progresista, a la que pertenece el ex jefe de gobierno de la ciudad, Marcelo Ebrard, descartó renunciar al PRD.

Consideró que el conflicto que vive el PRD revela que hasta la nueva dirigencia tuvo financiamiento ilícito, porque Abarca y su esposa, María de los Ángeles Pineda, hermana de líderes del grupo delincuencial de Guerreros Unidos, contendieron en septiembre pasado en planillas de Nueva Izquierda para cargos de consejero nacional y estatal, respectivamente.

“Creo que hay un cuestionamiento serio sobre la participación de Abarca dentro del último proceso (interno) porque ella estuvo participando activamente para ser electa como consejera y seguramente con ese dinero, con el de la delincuencia organizada, se metieron algunos votos para la elección de la actual dirigencia” que encabeza Carlos Navarrete, de la misma corriente NI, señaló.

Otros fundadores del PRD, como Camilo Valenzuela, estimaron la gravedad de la crisis perredista como posiblemente “terminal”, en tanto que desde la firma del Pacto por México “abandonó la lucha con la que fue fundado como proyecto democrático nacional para rescatar México”.