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El gobernador de Texas, Rick Perry, afirmó ayer que las tropas de la Guardia Nacional que desplegó en esa entidad no realizarán arrestos en la frontera con México, sin embargo, su presencia “es un poderoso aviso de que lo que están haciendo es un delito”.

A una semana de que el gobernador Perry activara el despliegue de la Guardia Nacional de Texas en la frontera con México, las tropas no han realizado arrestos de ilegales debido a que no cuentan con poderes legales para realizarlo.

Durante un evento de la Fundación Heritage, respondió a sus críticos señalando que la presencia de la Guardia Nacional no es inusual en la frontera con México, ya que cada año se despliega, pero en esta ocasión está sirviendo de apoyo a agencias federales como la Patrulla Fronteriza que ha sido rebasada por la crisis humanitaria.

“Es como un esfuerzo de la policía en tu vecindario, cuando ves una patrulla de policía en la esquina, y los malos lo ven, no cometen un crimen”, explicó el gobernador de Texas.

Perry destacó que la intención es mantener a la Guardia Nacional fuera de las funciones de seguridad pública, ya que no es su objetivo, pero sí el de la Patrulla Fronteriza.

“Esta es la forma en que vamos a trabajar con las fuerzas de seguridad. Ellos quieren ver la frontera segura, entonces no se resisten a la ayuda. Sólo la presencia y el saber que están desplegados envía un poderoso mensaje”, destacó.

Perry reiteró que la decisión de enviar a las tropas de la Guardia Nacional de Texas fue resultado de la falla del gobierno federal de Estados Unidos de asegurar la frontera y de responder a las peticiones que han realizado los estados estadounidenses que colindan con México.

“En tanto el gobierno federal cumpla con sus obligaciones, recaerá en el estado de Texas atender esas obligaciones”, expresó el gobernador Rick Perry en relación al despliegue de los mil elementos de la Guardia Nacional en la frontera con México.