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La buena calidad del material genético que se obtenga de los restos enviados por México a la Universidad de Innsbruck en Austria, abre la posibilidad de identificar si coincide con la información genética de alguno de los 43 familiares de los normalistas.

Sin mencionar por cuestiones éticas de manera directa el caso de México, Richard S. Scheithauer, director del Instituto de Medicina Legal de la Universidad de Innsbruk en Austria, explica este procedimiento científico que aplican con resultados de alta precisión.

Lo cierto es que su equipo se encuentra listo para recibir y empezar con el protocolo de investigación desde el lunes próximo, que de acuerdo con fuentes oficiales será la fecha en la que los restos humanos encontrados en las fosas de Cocula en Guerrero y los perfiles de ADN de los familiares de 43 normalistas desparecidos en Ayotzinapa, lleguen a la Universidad de Innsbruk.

En entrevista telefónica el científico detalla que extraer el ADN de los huesos y limpiarlo llevará muchas semanas. “Consume mucho tiempo” (incluso podrían ser meses) y hasta ese momento se puede saber cuánta cantidad de ADN se tiene.

“Si se tiene una buena cantidad y calidad de ADN tenemos una buena oportunidad de obtener un resultado y conocer la verdad”, indica el investigador quien preside un instituto que ha desarrollado nuevos métodos de análisis forense en autosómica, con lo que se puede analizar una de las formas en que un rasgo o trastorno se puede transmitir de padres a hijos, a partir del análisis del cromosoma Y y ADN mitocondrial.