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El Instituto Nacional Electoral (INE) prevé poner un tope de gastos de campaña de 1.2 millones de pesos para los candidatos a diputados federales de mayoría en 2015.

Si se considera que PRI, PAN y PRD postularán candidatos para los 300 distritos a nivel nacional, el costo sería de 360 millones de pesos por partido, sólo para estas campañas, es decir, que en total se gastarían mil 80 millones de pesos. Esto, sin contar que son siete partidos con registro, aunque también hay la posibilidad de establecer alianzas en algunos casos.

El anteproyecto será discutido el lunes en la Comisión de Prerrogativas y Partidos Políticos del INE y después llevado ante el Consejo General, y sólo establece el monto máximo permitido por candidato.

El documento señala que una vez que el Consejo de Representantes de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos determine el sueldo diario en el DF para el ejercicio 2015, se procederá a actualizar el tope máximo de gastos de campaña. La propuesta fija como máximo una erogación de un millón 209 mil 528 pesos por candidato.

Según el artículo 41 Constitucional, la duración de las campañas en el año de elecciones en que sólo se elijan diputados federales será de 60 días y el calendario aprobado por el INE determinó el periodo del 5 de abril al 3 de junio de 2015.

La Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales dispone la obligación del Consejo General de fijar el tope máximo de gastos para la elección de diputados y senadores, y establece como fecha límite el día último de diciembre del año previo a los comicios.

El tope máximo de gastos de campaña para la elección de diputados por el principio de mayoría relativa es determinado por la cantidad que resulte de dividir el tope de gasto de campaña establecido para la elección presidencial (que fue de 336 millones 112 mil 84 pesos en 2012) entre 300, más las actualizaciones con el índice de crecimiento del salario mínimo diario en el DF, se determinó en 2014 la cifra de un millón 209 mil 528 pesos.

De acuerdo con la ley electoral, se consideran como actos de campaña las reuniones públicas, asambleas y marchas, y aquellas en que los aspirantes o voceros de los partidos políticos se dirigen al electorado para promover sus candidaturas.