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El gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila Villegas, lamentó la actitud del gobierno de Texas que desplegó fuerzas de la Guardia Nacional en la frontera con México, acto que calificó como condenable.

El mandatario señaló que en la próxima reunión plenaria de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) propondrá un pronunciamiento formal de rechazo a esta decisión.

“Desde el Estado de México también condenamos este tipo de hechos y de actos que no ayudan, que no suman a la extraordinaria relación de cooperación y de colaboración que existe entre Estados Unidos de América y nuestro querido país”, aseguró Ávila Villegas.

El pasado jueves, el presidente Enrique Peña Nieto calificó en entrevista para EL UNIVERSAL de desagradable y condenable el despliegue de la Guardia Nacional en la frontera. En respuesta, el pasado viernes, la oficina del gobernador expresó que en la movilización no hay macha atrás.

“Los gobernadores del país, a través de la Conago y de la Comisión de Asuntos Internacionales, habremos de proponer formalmente poder pronunciarnos para condenar los hechos y esta decisión que el gobernador Rick Perry ha tomado respecto a la movilización de la Guardia Nacional de aquel país”, expresó.

La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) optó por no dar una respuesta de alto nivel a los pronunciamientos hechos el viernes pasado por el gobierno de Texas, en el sentido de que no dará marcha atrás en el despliegue de la Guardia Nacional para reforzar la seguridad fronteriza y en los que también se dijo ofendido porque el gobierno mexicano consideró que esta acción de seguridad tenía fines políticos.

A través de su Consulado General en Austin, México reconoció en un comunicado que las expresiones vertidas por el gobierno de Texas, son recibidas como “una invitación a abrir un espacio de coordinación y de diálogo, al cual se le da la más amplia bienvenida”.

“México ha venido colaborando con Estados Unidos para asegurar la frontera común entre los dos países, con la finalidad de convertirla en una región próspera y dinámica en beneficio de las sociedades que habitan en ambos lados de esta franja fronteriza”, agregaron.

En medio de la crisis de niños migrantes no acompañados, el gobernador texano decidió solicitar en julio pasado el envío de mil elementos de la Guardia Nacional a la zona del Río Grande. Desde ese momento, México ha rechazado la medida por considerar que no corresponde a los lazos de amistad que México mantiene con Estados Unidos.

Apenas el viernes pasado, el presidente Enrique Peña Nieto consideró la acción emprendida por el gobernador Rick Perry, “no sólo desagradable, sino condenable”.

En entrevista con el periodista Jacobo Zabludovsky, dijo que los pasos de Perry no se inscriben en el espíritu de cordialidad y amistad que debería existir entre países vecinos.

El 10 de septiembre pasado, justo cuando el gobierno de Perry hizo público el despliegue de los primeros elementos de la Guardia Nacional en Texas, México emitió un comunicado en el que acusó al gobierno texano de ser irresponsable al manipular el estado actual de la seguridad fronteriza con fines políticos.