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El director de la División de las Américas de Human Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco, consideró que el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto está improvisando en su estrategia para atender la problemática “tan seria” que se vive en el estado de Michoacán.

Consideró que los principales factores que motivaron el actual clima de violencia son el vacío total de autoridad ante la inseguridad pública que viven los habitantes y la corrupción.

En entrevista con EL UNIVERSAL, indicó que el gobierno federal debe dejar claro que los grupos armados que actúan al margen de la ley no deben ser tolerados.

“El gobierno ha sido inconsistente en su postura frente a las autodefensas, un día reconociéndolas como legítimas y valorando su labor, y al otro diciendo que tienen que desarmarse. Es sumamente preocupante que el gobierno de Peña Nieto esté improvisando ante un fenómeno tan serio”, manifestó HRW.

El director de las Américas de esta organización civil estadounidense indicó que independientemente de las razones que motivaron el surgimiento de estos grupos, “el gobierno no debe permitir que grupos al margen de la ley asuman sus responsabilidades”.

Indicó que la experiencia de otros países como Colombia han demostrado que el problema puede crecer si no se atiende de manera decidida y mediante acciones eficaces.

“Hemos sido testigos en Colombia del riesgo que representa tolerar, o aún peor, cooperar con estas fuerzas que rápidamente pueden convertirse en nuevas organizaciones delictivas y cometer abusos contra los civiles”.

Indicó que el desarme de los grupos de autodefensa no es suficiente para atender la problemática que se vive en Michoacán en su conjunto, sino que se deben realizar otras acciones que devuelvan la seguridad a sus ciudadanos.

“Al mismo tiempo, esfuerzos para desarmar a estos grupos deben ser complementados con las medidas necesarias para establecer el estado de derecho en esa región”, manifestó Vivanco.