Historia. "Aquí ya se anidó el secuestro"
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CUERNAVACA, Mor.— Santiago Villalobos intentó pasar desapercibido cuando el grupo de encapuchados irrumpió en la sala de sesiones de Alcohólicos Anónimos, de la colonia El Zarco, en Yautepec, para preguntar por él. La mayoría supo de inmediato que se trataba de un secuestro en contra de su “camarada” con 15 años en la lucha contra la enfermedad.
Las armas de grueso calibre apuntaron a varios de los asistentes. “A ver tú, dime quién es Santiago Villalobos”, preguntaron a por lo menos tres hombres mientras los golpeaban.
Quienes presenciaron la escena dicen que el último amago violento contra uno de sus compañeros en rehabilitación, que corría el riesgo de ser asesinado, provocó que Santiago, propietario de la Ferretería Berenice, del Barrio de Ixtlahuacan, se identificara.
“Yo soy”, contestó y detuvo los maltratos contra sus hermanos en tratamiento.
Enseguida lo sometieron y el resto de los asistentes fue despojado de sus teléfonos celulares para impedir que pidieran ayuda, pero la familia de Villalobos fue enterada de la privación ilegal de la libertad.
Horas después, los secuestradores se comunicaron con ellos para exigir el rescate. La suma era millonaria, cuentan familiares cercanos.
A la semana, los familiares entregaron aproximadamente 140 mil pesos como anticipo del rescate, con la promesa de juntar más dinero para lograr la liberación del jefe de familia, pero de pronto perdieron comunicación con los raptores y a los 10 días del secuestro el cadáver de Santiago fue encontrado en la primera curva de la caseta de cobro de la autopista Yautepec-Cuautla, al norte del estado.
El secuestro fue similiar al que se perpetró en contra de un empresario de grúas en Cuernavaca, en octubre de 2013, cuyo rapto también se realizó en una sesión de Alcohólicos Anónimos de Cuernavaca. Por fortuna, Elí Montejo fue rescatado al otro día junto con otras cuatro víctimas que se encontraban cautivas, entre ellas dos mujeres menores de 18 años de edad.
Pero el caso de Santiago Villalobos desató la protesta social de Yautepec y de súbito comenzaron a surgir las voces sobre distintos secuestros que arreciaron desde noviembre pasado. A la fecha suman 22 casos divulgados por la ciudadanía y organismos como Movimiento por la Seguridad en Yautepec (MSY).
“Aquí en Yautepec de Zaragoza ya anidó el secuestro”, concluye César Ortiz Triana, integrante del MSY.
Hastío social
Unos 29 kilómetros separan a los municipios de Cuernavaca y Yautepec de Zaragoza, pero los hermana sus liderazgos en homicidios violentos y secuestros, respectivamente.
En este municipio todos los caminos conducen al secuestro. En julio de 2013 siete adultos y seis niños, procedentes del Distrito Federal, fueron llevados al poblado de Oaxtepec, muy cerca del centro vacacional, supuestamente para pasar un fin de semana y conocer algunas propiedades en venta.
Los adultos siguen en calidad de desaparecidos y los niños fueron localizados un día después de los hechos en la capital de Puebla.
La presión social obligó al gobierno estatal a solicitar la incursión de la Policía Estatal de Mando Único, de manera permanente, desde la última semana de enero, para inhibir los delitos.