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La pluma cayó al piso. El presidente Francois Hollande se agachó a recogerla. El presidente Enrique Peña Nieto trató de impedirlo, pero era muy tarde. Entonces bromearon, muy en corto, nadie los escuchó. En un instante sonrieron y mostraron esa pluma con la que concretaron el relanzamiento de la relación México-Francia.

Fue una jornada larga. Desde temprano, en el Campo Marte los mandatarios habían sepultado el episodio del distanciamiento entre las dos naciones, derivado —entre otros motivos— por la detención y condena de 96 años a la ciudadana francesa Florence Cassez que ya está libre y vive en su país.

Fue un día enmarcado en el 50 aniversario de la visita del general Charles de Gaulle a México, en el que Peña Nieto y Hollande fueron uno al lado del otro. Cada uno dispensó muestras de fraternidad para el país del otro. Cada palabra, cada acto, cada gesto tenían ese objetivo.

En el Campo Marte, con un escenario de helicópteros y vehículos terrestres artillados, con cadetes del Colegio Militar, de la Escuela Naval Militar, del Colegio del Aire, contingentes de Fuerzas Especiales, de Fusileros Paracaidistas, decidieron establecer una “hoja de ruta” para la nueva relación.

Se escuchó primero el Himno Nacional Mexicano y de inmediato La Marsellesa, al tiempo salvas de artillería. Un par de discursos. Más de 400 mil mexicanos viven en Francia, diría Peña. Pese a momentos convulsos trabajamos juntos, diría Hollande.

En este escenario un cadete del Colegio Militar invitó a los mandatarios a pasar revista.

Fue una caminata larga en la que sólo el presidente Peña sabe qué conversó con el presidente Hollande. Regresaron al punto de partida. Ahí presenciaron una parada militar en honor al mandatario francés. Al concluir fueron a Los Pinos.

Ahí, los mandatarios trabajaron en la Biblioteca de la Residencia Miguel Alemán. Hablaron en privado. Se impusieron condecoraciones y caminaron por los pasillos de la casa presidencial.

En el Salón Venustiano Carranza trabajaron con sus comitivas y luego fueron al Salón Adolfo López Mateos para ofrecer un mensaje.

En ese acto el presidente Hollande invitaría al presidente Peña Nieto a realizar una visita de Estado a su país en 2016, en el marco de la celebración por la Toma de la Bastilla, y asistir a una gran exposición sobre México, en París.