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En el episodio de la falsa muerte del narcotraficante Nazario Moreno González, 'El Chayo', que se anunció en diciembre de 2010, al menos 14 servidores públicos tenían algún grado de responsabilidad —por sus funciones y cargos— de verificar los indicios que existían sobre el deceso, antes de confirmar de forma oficial que había sido abatido, aunque nunca existió un cadáver.

Entre los funcionarios que estarían implicados en esta pifia están, además de mandos de la Secretaría de Seguridad Pública federal y de la Policía Federal, como el ex secretario Genaro García Luna, quien validó la falsa versión de la muerte, y hasta el jefe estatal de la corporación Elías Álvarez Hernández, que estuvo al frente del operativo y en 2012 se convirtió en titular de la SSP de Michoacán.

También aparecen el entonces titular de la Procuraduría General de la República, Arturo Chávez Chávez, y Marisela Morales Ibáñez, quien estaba al frente de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), y por protocolo, después de que muere un presunto indiciado tendría que haber decretado la extinción de la acción penal contra 'El Chayo' en todas las investigaciones que había abiertas contra el entonces líder de La Familia Michoacana, ahora Los Caballeros Templarios.

La relación cierra con Alejandro Poiré, entonces secretario técnico del Consejo de Seguridad Nacional y vocero en materia de seguridad, quien el 10 de diciembre de 2010, en conferencia oficializó la caída del capo al asegurar: “Diversos elementos de información obtenidos durante el operativo coinciden en señalar que el día de ayer cayó abatido Nazario Moreno González, también conocido como 'El Chayo' o 'El Doctor', principal líder y uno de los fundadores de la organización criminal de La Familia Michoacana”.

Pero desde un día antes —el 9 de diciembre— el propio Poiré ya había declarado que La Familia ha sufrido bajas significativas, entre ellas, la de alguno de sus principales líderes”, al hablar sobre los operativos que derivaron en fuertes enfrentamientos en Apatzingán y otros 11 municipios de Michoacán que se prolongaron por 24 horas.

Fue el viernes 10 de diciembre cuando Poiré confirmó la muerte de Moreno González, sin tener el cadáver como prueba de la versión oficial que dio a los medios.

Ex funcionarios de la SSP federal explicaron que la información sobre la muerte del capo se obtuvo por la intervención de las comunicaciones de integrantes de La Familia Michoacana, que después del enfrentamiento dijeron que su líder estaba gravemente herido, y después que había muerto, “fue por estas escuchas que se presumió su muerte, pero nunca hubo cadáver”; indicaron que se le presentó a Poiré la información y fue él quien presuntamente tomó la decisión de hacer público que el capo había sido abatido.

Los vinculados

La lista de mandos y funcionarios del gobierno federal que tuvieron alguna probable responsabilidad directa, antes, durante y después de que se diera a conocer la muerte de 'El Chayo', además de Poiré, incluye por lo menos a 14 personas, como el ex secretario García Luna que permitió que sus mandos validaran la supuesta muerte del capo.

Otros de los ex funcionarios —algunos de los cuales están aún en activo—, son Elías Álvarez Hernández, quien era coordinador estatal de la PF en Michoacán y fue uno de los jefes que encabezó el operativo. En noviembre de 2012 reconoció que nunca se tuvieron pruebas sobre el abatimiento del narcotraficante y que otros operaron el anuncio de su muerte.

Su mando inmediato era el jefe de la División Regional, Luis Cárdenas Palomino, quien junto con otros tendría que haber verificado el deceso, como el entonces Comisionado de la Policía Federal, Facundo Rosas —hoy secretario de Seguridad Pública de Puebla—, y el ex jefe de las Fuerzas Federales, Rafael Avilés.

También figuran el otrora jefe de la División Antidrogas, Ramón Eduardo Pequeño, y actual jefe de la División de Inteligencia de la PF; el ex titular de la Unidad de Investigación Armando Espinoza de Benito; la jefa de División de Inteligencia Maribel Cervantes, quien después fue ascendida a Comisionada de la PF; así como el ex subsecretario de Prevención del Delito, Monte Alejandro Rubido, hoy titular ejecutivo del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

Así como otros servidores menores: el comisario jefe Sergio Quiroz Padilla, coordinador de Investigación de Campo, y el inspector jefe Ángel Mario Ramones Villarreal, director general de Operaciones.

El ex titular de la PGR, Arturo Chávez, respaldó la versión oficial, cuando declaró el 16 de diciembre de 2010: “Tenemos evidencias que nos permiten sostener que Nazario Moreno está muerto.”