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Evitar el riesgo de una fractura interna, modificar el proceso de su elección interna y hacer una “operación cicatriz”, son algunos de los retos que deberá plantearse el PAN.

Víctor Alarcón, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) explicó en entrevista que el proceso de elección se da en un contexto de mucha desconfianza entre sus militantes, “evidentemente, construida por los dos candidatos”.

“Todo indica que la elección terminará en el Tribunal Electoral, impugnada y con el descrédito que esto genera, sobre todo, en la dinámica interna de construcción del partido”, afirmó.

“Se llegará a un punto difícil como el de los años 70, cuando uno de los dos grupos termina siendo expulsado. Ese es otro escenario catastrófico”, dijo.

A su vez, Víctor Reynoso, de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP), expuso que este proceso “ha sido de mucho desgaste” y mencionó que las acusaciones han sido un “regalo envuelto” para el PRI y los adversarios del PAN.

Como retos consideró que debe evitarse un proceso similar a éste. “Se desvirtúa que sea algo democrático y se vuelve una elección clientelar”.

Otro reto para el PAN será lograr que los resultados de la elección sean creíbles.