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Al entregar el Premio Nacional de Protección Civil 2013, el presidente Enrique Peña Nieto instruyó a la Secretaría de Gobernación (Segob), a la creación, “a la brevedad”, del Centro Nacional de Emergencias.

Precisó que este centro se encargará de monitorear de manera permanente el territorio nacional, a fin de generar información en tiempo real que facilite la toma de decisiones, fortalezca la prevención y agilice la capacidad de respuesta del Estado mexicano.

Indicó que el Centro Nacional de Emergencias se sumará a los demás programas y acciones que ya aplica el gobierno federal para salvaguardar la vida de los mexicanos ante las contingencias.

“En el propósito de proteger la vida y el patrimonio de los mexicanos, no hay esfuerzo pequeño ni persona que pueda sentirse ajena; todos somos corresponsables de nuestra seguridad individual y colectiva.

“El trabajo en materia de protección civil nunca se agota, en cualquier lugar y en todo momento tenemos que estar preparados y debidamente capacitados para enfrentar cualquier eventualidad”, dijo.

En el patio de honor de Palacio Nacional, el Presidente entregó al ingeniero Luis Wintergerst Toledo y al químico Roberto Domínguez Herrera el Premio Nacional de Protección Civil 2013.

Enfatizó que por su geografía, variedad de climas y condiciones demográficas, México está expuesto a una amplia variedad de contingencias y que esta condición se ha incrementado como consecuencia del cambio climático.

Señaló que lo más importante para su administración, es salvaguardar la vida e integridad de los mexicanos, por lo que se trabaja para consolidar una cultura de protección civil preventiva, así como una mayor capacidad de respuesta institucional y ciudadana.

“Si bien, no todos los desastres son prevenibles, sí podemos mitigar sus efectos con la participación de todos. Una población mejor informada, mejor organizada y mejor preparada, siempre será menos vulnerable y, sobre todo, estará en capacidad de hacerle frente a cualquier contingencia”, asentó.

El mandatario indicó que desde 2000, el país ha enfrentado 49 desastres al año, prácticamente —dijo— uno cada semana, y que la mayoría de ellos ha tenido altos costos económicos y sociales, en algunos de ellos, incluso, la pérdida de vidas humanas.

Recordó que en 2013 el país enfrentó grandes retos de protección civil, como las emergencias por los huracanes Ingrid y Manuel y la explosión en el complejo corporativo de Petróleos Mexicanos. Destacó la importancia de la prevención.

El presidente Peña Nieto manifestó su gratitud y reconocimiento para quienes asumen la responsabilidad de la protección civil en escenarios de desastre, en particular, la labor de las Fuerzas Armadas, de la Policía Federal y de la Cruz Roja Mexicana.

También reconoció a los “héroes anónimos” que se dedican a salvar vidas, entre ellos, bomberos, rescatistas, paramédicos, enfermeros, voluntarios, soldados, marinos, policías y personal de protección civil.