Encuentran más fosas; se verificarán restos: UPOEG
En el partido entre Pumas y Monterrey, en el Estadio Olímpico Universitario, los aficionados se pronunciaron por los normalistas desaparecidos. (Foto: AGUSTÍN SALINAS. EL UNIVERSAL )
alberto.morales@eluniversal.com.mx
Iguala, Gro.— A menos de medio metro, enterrado, aparece un resto óseo —quizá un fémur humano—, los peritajes lo determinarán.
Es la primera excavación que familiares de personas desaparecidas de Iguala realizan en la zona conocida como La Laguna y La Joya , a unos 15 kilómetros al poniente de esta ciudad, en un paraje cuyo acceso es un camino de terracería.
En otra excavación, la número ocho, en La Joya, junto a las faldas de un cerro, donde se siembra maíz, encontraron al parecer una persona que fue enterrada metro y medio con un costal cubriéndole la cabeza.
Ayer, familiares de desaparecidos, integrantes de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) y del grupo Ciencia Forense, realizaron una decena de excavaciones y en siete encontraron restos óseos, en las otras —señalaron— sólo ropas u otros indicios.
Los hallazgos se realizaron sin el apoyo de autoridades o expertos forenses, por ello, los familiares de personas que fueron “levantadas” o “desaparecidas” acordaron marcar con banderines los puntos donde se encuentran estos restos y dar parte a las autoridades para su exhumación.
Unas 50 personas acudieron al llamado de la UPOEG, apenas con tres picos, dos barretas, seis palas, y una motosierra sin un orden establecido, pero motivados por el dolor y la esperanza de poder encontrar los restos de sus familiares.
Con machetes rompían las espinosas ramas de árboles de hiuzache; con una barreta o una rama larga picaban para buscar tierra que estuviera floja o suelta, como señal de que ahí podía encontrarse una fosa.
Los puntos donde hicieron las excavaciones fueron determinados por la UPOEG de acuerdo con los testimonios de los lugareños. En el primero, un peón refirió que hace como un año los “mañosos” subían a dejar sus cadáveres en carros o motos.
De acuerdo con Julia Alonso, de Ciencia Forense, hasta el momento unas 150 personas han acudido para entregar información y hacerse pruebas de ADN, con el objetivo de hallar a sus familiares “desaparecidos”.
A los familiares les pide trabajar en unidad y que tengan mucho cuidado porque se pueden contaminar las evidencias, una gota de sudor, saliva, cabello o basura, puede alterar el resultado de cualquier prueba.
Integrantes de la UPOEG dijeron que la información sobre los hallazgos se la darán a la PGR para que sus peritos hagan las pruebas de ADN y puedan identificar si los restos óseos encontrados son de personas.