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Estudiantes de universidades públicas y privadas, así como normalistas de Ayotzinapa anunciaron movilizaciones coordinadas para el 20 de noviembre junto a organizaciones obreras, campesinas y de la sociedad civil, a fin de ratificar la presentación con vida de los alumnos desaparecidos en Iguala, Guerrero, desde septiembre pasado. Buscan que la protesta sea pacífica.

En la marcha que partió ayer del Ángel de la Independencia hacia el Monumento a la Revolución se sumó un grupo de jóvenes encapuchados y embozados que realizó pintas en sucursales bancarias, comercios y paredes, entre las que afirmaron: “Ser pueblo, hacer pueblo, estar con el pueblo”, “Son 43”, “#Ayotzinapa Somos Todos” y “Fue el Estado”.

La tensión que ocasionó la presencia de los jóvenes que utilizaron máscaras, paliacates y camisetas para ocultar su identidad, hizo que entre los asistentes surgieran voces para contener la acción de esos muchachos que en su mayoría vestían de negro.

La confrontación no pasó más allá de un leve jaloneo de un hombre a la camiseta de uno de los autollamados anarquistas al momento que arribaban al Monumento a la Revolución y decirle que por gente que asiste embozados se desvirtúa una acción solidaria.

Lo mismo ocurrió con una señora que dijo a dos jóvenes que caminaban con paliacates, que “hacer pintas no era la forma de demandar justicia” y los invitó a destaparse el rostro.

A la marcha que organizó la Asamblea Interuniversitaria en solidaridad con los estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos, se sumaron nuevas consignas tras la intervención de la policía en la sede de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), al demandar la salida del rector José Narro Robles.

“Mancera saca las manos de CU” se leía en cartulinas de algunos estudiantes; en otras “Fuera Narro”.

Raúl Romero, estudiante de la UNAM, condenó a nombre de los presentes la violencia en las instalaciones de Ciudad Universitaria, luego de que la mañana del sábado un policía disparara contra de dos estudiantes en la Facultad de Filosofía y Letras.

“Rechazamos la violencia... No estamos dispuestos a tolerar más gestos de autoritarismo, no estamos dispuestos a tolerar más violencia en contra de los jóvenes que salen a manifestarse a las calles”, aseguró Romero.

La marcha que partió a las 16:30 horas del Ángel de la Independencia arribó a las 18:00 horas al Monumento a la Revolución, luego de corregir la ruta prevista, debido a que autoridades del gobierno capitalino notificaron a los organizadores que no había acceso al Zócalo capitalino.

De esa forma, el contingente caminó por avenida Reforma y en la Glorieta de Colón dio vuelta sobre su izquierda a la calle Ignacio Ramírez para ingresar a la Plaza de la República, lugar donde se tenía instalado un templete para los discursos.

Las familias se solidarizan. Una vez más hubo adhesión de familias enteras que acudieron a solidarizarse con los estudiantes y las familias de Ayotzinapa, sólo que no acudieron en miles como en las anteriores movilizaciones. Niños, padres de familia y abuelos caminaron unidos a los jóvenes de diferentes escuelas de la UNAM, el Instituto Politécnico Nacional, de la Universidad Autónoma Metropolitana y la Universidad Tecnológica (Unitec).

Además del Congreso Popular Social y Ciudadano del Distrito Federal, el Movimiento Lésbico Gay, el Frente Popular de la ciudad de México y el Partido Comunista, entre otros.

En su mayoría portaban carteles improvisados en cartulinas, llevaban banderas negras con el escudo de México y también había banderines oro de la UNAM y blancas con la paloma de la paz, en demanda de justicia por los 43 desaparecidos.

“Mi voz es el arma más poderosa”; “Pienso, luego me desaparecen”; “¿Quién dijo que todo está perdido? Yo vengo a ofrecer mi corazón”; “Nuestros sueños no caben en su pesadilla, refundemos el Estado”, se leía en cartulinas.

Convocatoria. Durante el mitin —que se estima que presenciaron más de 3 mil personas—, se presentó como único orador José Solano, alumno de la normal de Ayotzinapa, quien hizo un llamado a participar en una marcha sincronizada que habrá el próximo 20 de noviembre y partirá de tres puntos distintos del Distrito Federal.

La primera agrupará a estudiantes de la asamblea universitaria y estará acompañada de la caravana de los padres de familia que recorren el norte y el sur del país, quienes llegarán ese día a la ciudad de México. Ellos marcharán desde la Plaza de las Tres Culturas.

La segunda movilización estará integrada por organizaciones de trabajadores y campesinas que saldrán desde el Monumento a la Revolución. Un tercer contingente partirá del Ángel de la Independencia con presencia de las organizaciones sociales y la sociedad civil; todas ellas rumbo al Zócalo capitalino.

La Asamblea Interuniversitaria se planteó que hasta ahora las pruebas que ha presentado la Procuraduría General de la República (PGR) “son insostenibles y por eso estamos en las calles”.

La movilización culminó con un breve mitin entre consignas, después de entonar el Himno Nacional y sin incidentes.

A través de su página en internet, la Asamblea Interuniversitaria (que agrupa a más de 150 escuelas en la zona metropolitana) dio a conocer los resolutivos de su quinta reunión e informó que el próximo 20 de noviembre también bloquearán el acceso al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).

Para el 1 de diciembre realizarán un paro cívico nacional y la toma “simbólica” de la ciudad de México, para conmemorar el centenario de la entrada de los ejércitos de Francisco Villa y Emiliano Zapata al Distrito Federal.

Los organizadores de las jornadas de acción global en demanda de justicia por los estudiantes de Ayotzinapa informaron que el próximo 30 de noviembre realizarán el Congreso Nacional Estudiantil en la Normal Rural Isidro Burgos, donde estudiaban los alumnos desaparecidos en Iguala.

Como producto de la reunión efectuada en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), los jóvenes acordaron insistir en la presentación con vida de los normalistas.