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A través de dos libros, Nazario Moreno, El Chayo, o El más loco, llevó a cabo el reclutamiento de cientos de habitantes de la zona de Tierra Caliente para formar parte de la organización criminal La Familia Michoacana, ahora Caballeros Templarios.

Con los libros Me dicen el más loco, así como el escrito “Pensamientos del más loco”, El Chayo, quien supuestamente fue abatido en 2010 por la Policía Federal, repartió cientos de libros en los 27 municipios que integran esta región. En uno de ellos, titulado Me dicen el más loco, Nazario postula sus ideales a través de 13 capítulos, como son “Cosas buenas y malas de un idealista”, “En mi mente inculta e infantil”, “Sangrienta batalla para expulsar a los Zetas”, “Cómo nace el nombre de La Familia Michoacana” y “El gobierno no tiene palabra de honor”.

En el capítulo “Cosas buenas y malas de un idealista”, refiere que el libro fue escrito para cambiar la opinión pública en su contra generada por el gobierno federal y los medios de comunicación.

La obra fue escrita en forma de diario y justifica la comisión de delitos bajo el argumento de la pobreza y la falta de oportunidades en las que habitan las personas de la región: “Nosotros, los que nacimos al revés, o sea los que nacimos pobres, sufrimos y batallamos mucho (...) aunque reconozco que estábamos fuera de ley (delinquir) no teníamos otro camino”.

También, atribuye al gobierno y a la sociedad el nacimiento de criminales: “Ante un gobierno corrompido y mentiroso que le vale madre la felicidad y el bienestar de su pueblo, ¿únicamente es culpable el que por hambre y orgullo viola la ley?”.

En las páginas del libro se incluye la estrategia para combatir a Los Zetas, la cual inició, según el texto, con asumir el control del puerto de Lázaro Cárdenas. La estrategia incluye acercamientos con el ex presidente Felipe Calderón y Genaro García Luna, ex titular de la extinta Secretaría de Seguridad Pública (SSP), a fin de abatir a Nazario Moreno. Según autoridades, se registraron tiroteos y bloqueos en 12 municipios de la entidad durante 24 horas, tras su presunta muerte.