nurit.martinez@eluniversal.com.mx

A cinco años de la creación de los Consejos de Participación Social en las escuelas, la Secretaría de Educación Pública (SEP) modificará las funciones de esos organismos para cumplir, entre otras cosas, con la rendición de cuentas y la transparencia sobre la recaudación y aplicación de las llamadas cuotas voluntarias, además de vigilar que se cuente con los libros de texto en el aula o se identifique a los maestros faltistas.

Los consejos serán también los vigilantes de que en las escuelas no se consuman alimentos conocidos como “chatarra”, esto es los procesados o elaborados que acumulen harinas o grasas. Serán los comités dentro de esos consejos los que en su caso tendrán que reportarlo para aplicar sanciones de hasta cinco mil veces el salario mínimo (más de 336 mil pesos para la zona centro del país).

Este día el secretario de Educación Pública Emilio Chuayffet encabezará la ceremonia de renovación del Consejo Nacional de Participación Social (Conapase), modificado en 2010.

Hasta ahora, el Conapase incumplió con la entrega de reportes anuales sobre recaudación y uso de recursos que aportan los padres de familia, como informó EL UNIVERSAL.

El cuestionario 911, que se aplica a maestros, reveló que el monto total de recaudación en el último ciclo escolar fue de más de seis mil millones de pesos por cuotas voluntarias en las escuelas de educación básica.

Renuevan el Conapase

Ante la renovación del Consejo, la SEP también modificará el propósito de los grupos que integran los padres de familia, representantes de la sociedad, maestros y directivos, en las 227 mil escuelas públicas.

De nueve acciones o propósitos para la operación de los consejos ahora sólo serán ocho las áreas en las que se concentrará el trabajo.

Entre los temas que desaparecen o se fusionarán y realizarán bajo otras 20 acciones están el de protección civil y seguridad; el de fomento a la lectura; la activación física y la regulación de los establecimientos “tienditas”, “cooperativas” o comedores escolares; así como el que se dedicaba a la promoción de ejercicios para reducir la violencia escolar o bullying.

Permanece el de atención a las necesidades de infraestructura y se crean el de opiniones y propuestas pedagógicas, uno que fomentará el reconocimiento social a cada uno de los actores escolares; el que dará seguimiento a la gestión escolar; nuevas tecnologías; y se crea una instancia específica para transparencia y rendición de cuentas sobre el tema de las cuotas escolares.

Recomienda que “en los casos en que no se cuente con institución bancaria en la comunidad, los recursos serán administrados por el director de la escuela o su equivalente y por el Presidente del Consejo Escolar, con la aprobación y firma de por lo menos dos integrantes del mismo y deberán rendir cuentas a la comunidad cada tres meses sobre el origen y destino de todos los recursos de que disponga el Consejo”.

Los resultados deberán difundirse en un cartel, colocado en la escuela, además que se deberá reportar a los consejos municipal, estatal, el nacional, así como a la propia SEP.

De forma específica se “prohíbe el pago de cualquier contraprestación que impida o condicione la prestación del servicio educativo a los alumnos”, las aportaciones —enfatiza— quedan en carácter de voluntarias.

El documento prevé la constitución del Conapase en fecha límite el próximo 10 de marzo y señala que “en ningún caso se podrá condicionar la inscripción, el acceso a la escuela, la aplicación de evaluaciones o exámenes, la entrega de documentación a los educandos o afectar en cualquier sentido la igualdad en el trato a los alumnos, al pago de contraprestación alguna”.

Aunque el anterior lineamiento de 2010, publicado por el ex secretario Alonso Lujambio como Acuerdo secretarial 535, establecía tiempo preciso para el seguimiento de las cuotas voluntarias o aportaciones de los papás a a los planteles públicos, hasta ahora en el Conapase incumplió con el mecanismo especificado en esa norma.

Los consejos escolares serán también responsables de “dar seguimiento a la normalidad mínima” dentro del sistema educativo, esto es, al programa mediante el cual la Secretaría de Educación Pública está vigilante de que los maestros no falten a las escuelas; que el recreo o recesos no excedan de los tiempos previstos.