Critica Zepeda violencia para demandar justicia
El escritor Eraclio Zepeda Ramos recibió de manos del presidente del Senado de la República, Miguel Barbosa, la Medalla Belisario Domínguez y un diploma de testimonio.El presidente Enrique Peña Nieto fue testigo de honor.. (Foto: LUCÍA GODÍNEZ. EL UNIVERSAL )
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Tras recibir la Medalla Belisario Domínguez 2014, el escritor Eraclio Zepeda lamentó la desaparición de los estudiantes normalistas de Ayotzinapa y pidió al poder Ejecutivo ser transparente en sus decisiones.
Con la presencia del presidente Enrique Peña Nieto, testigo de honor en la ceremonia solemne realizada en la antigua sede del Senado, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, el literato chiapaneco dijo al recibir el galardón —con dos meses de retraso—, que hay en estos momentos una crisis que la sociedad rechaza pero que también padece, y afirmó que es inaceptable la violencia como forma para exigir justicia.
Hizo un reconocimiento a las acciones del gobierno en el caso de los normalistas, y destacó los esfuerzos de la administración federal para encontrar a los estudiantes.
“Se ha desatado una crisis social que la sociedad rechaza y padece. Las manifestaciones de protesta han ido creciendo en violencia. Es dolorosa e inaceptable la desaparición de los jóvenes normalistas, pero hay que reconocer también que el gobierno ha desplegado una enorme fuerza de búsqueda y de investigación, sin límite de esfuerzos de todo tipo”, dijo.
En tribuna de la vieja casona de Xicoténcatl, Zepeda también exigió al poder Ejecutivo, “con el señor Presidente a la cabeza”, transparencia en sus decisiones: oídos atentos a la opinión pública; protección a la convivencia nacional; combate a la ilegalidad y la corrupción en todo nivel y respeto a los derechos humanos.
Las mismas actitudes, agregó, se esperan de todas las agrupaciones partidarias. Y si los ciudadanos que buscan el orden, la paz y la justicia, coincidimos con acciones del gobierno, también hay que manifestarlo.
“Nuestro héroe, don Belisario Domínguez, en tiempos violentos eligió en primera instancia la denuncia en la tribuna, la discusión y la palabra: ese es el camino. Fortalecer las leyes de la democracia, exigir su cumplimiento”, reiteró el escritor chiapaneco.
A la ceremonia acudieron el gobernador de Chiapas, Manuel Velasco; el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera; los secretarios de Gobernación y de Educación, Miguel Ángel Osorio Chong y Emilio Chuayffet Chemor, respectivamente, y el Jefe de la Oficina de Presidencia, Aurelio Nuño, entre otros invitados.
A nombre del Senado, Zoé Robledo (PRD), dijo que “Laco” —como llaman sus amigos a Eraclio Zepeda— es un mexicano ético, que cree en el diálogo de manera transparente y vertical. “En él no hay ningún fundamentalismo ni ninguna actitud acomodaticia. Es un militante ejemplar y un amigo de la diversidad en las militancias políticas. Un poeta —como lo dijo alguna vez Octavio Paz— no puede comportase de otra manera”, dijo.
Aseguró que con su obra se pueden entender las viscisitudes actuales del país donde persiste la desigualdad, la concentración de riqueza, crisis de credibilidad, donde la clase política es una de las principales responsables.
Retó a los poderes: declaración patrimonial en versión pública, declaración de impuestos en los últimos cinco años y declaración de intereses.
Al final, el galardonado junto con el presidente Peña Nieto y los legisladores hicieron una guardia de honor en la estatua de Belisario Domínguez en el patio de la vieja casona de Xico.
El presidente Peña Nieto saludó a los legisladores y abandonó el inmueble. Luego de abordar su camioneta un par de personas apostadas en un tercer piso de la calle de Donceles comenzó a gritar “vivos se los llevaron, vivos los queremos”, en referencia a los desaparecidos de Ayotzinapa.
También acudieron al avento el rector de la UNAM, José Narro; el director del IPN, Enrique Fernández, y el ministro Alberto Pérez Dayán.