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San José.— El fiscal general de Costa Rica, Jorge Chavarría, denunció que los cárteles mexicanos están suministrando metralletas AK-47 y granadas a sus asociados costarricenses para que combatan y asesinen a las redes rivales que participan en el contrabando aéreo, terrestre y marítimo de drogas de Colombia a México y Estados Unidos, vía Centroamérica.

Consultado por EL UNIVERSAL, el ministro costarricense de Seguridad Pública, Celso Gamboa, afirmó que la presencia de los cárteles mexicanos en Costa Rica “es un aspecto innegable”. Los casos de tráfico de armas, adujo, están bajo permanente investigación, porque “es evidente que en el crimen organizado hay un componente de violencia”.

“El país ha sentido que en los últimos días en algunos sectores se han dado ajusticiamientos dirigidos a personas vinculadas, directa o indirectamente, con el crimen organizado, específicamente el narcotráfico, y eso es una manifestación de violencia de estas estructuras”.

El cártel de Sinaloa, uno de los más poderosos de México, está entre los más activos en los últimos años en Costa Rica, aunque también hay presencia de las mafias de El Golfo, La Familia Michoacana y de Los Caballeros Templarios.

Gamboa recordó que los decomisos de cocaína en Costa Rica, que sumaron 17.5 toneladas en 2013 y 15 toneladas en 2012, ya superan las 23 toneladas desde enero de este año, la mayoría en ruta hacia México.

En un encuentro con la iniciativa privada en Ciudad Quesada, fronteriza con Nicaragua y principal centro urbano del norte del país, el fiscal planteó que equipo de guerra, como las AK-47 y granadas, ha sido proporcionado por los cárteles mexicanos a sus socios.

El fiscal alertó que las investigaciones sobre los homicidios permitieron descubrir el uso de las AK-47. Los empresarios describieron un inquietante escenario de inseguridad.