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ARTEAGA, Mich.— Por las calles de este municipio, Servando Gómez Martínez, La Tuta, solía caminar para ir a la escuela donde se recibió como maestro. De familia acomodada, tuvo la oportunidad de acudir al Centro Regional de Educación Normal de Arteaga, Michoacán (CRENAM), afuera de la cabecera municipal.

Los que lo conocen, recuerdan que Servando era un joven “amiguero” y “amable” que le gustaba ir a bañarse en un arroyo a espaldas de la escuela. Pero además de ser “amigo”, también, le gustaba mandar.

“Era un alumno normal, como todos los que estudiaron en ese plantel (...), la familia de Servando era de dinero”, narra uno de los habitantes del pueblo natal del hoy líder de la organización criminal Los Caballeros Templarios.

De acuerdo con la gente que lo conoce, La Tuta no era un alumno sobresaliente, nunca destacó. En aquellos años, había un déficit de profesores, por lo que para Servando no fue difícil obtener una plaza en la plaza en la Primaria Melchor Ocampo.

El plantel donde dio clases La Tuta se ubica en las faldas de un cerro, en una colonia donde lo mismo se pueden observar casas lujosas que cuartos donde las láminas y techos de madera dan cobijo a una familia.

“En aquel entonces un profesor apenas ganaba para comer, era difícil que alguno pudiera sobresalir. Hoy las cosas no han cambiado, un profesor gana menos de 8 mil peos al mes. Aquí no hay de otra, o eres pobre y trabajas en el campo, como maestro en el gobierno o estás del otro lado, en el narcotráfico”, dice un alumno de la Normal.

En diciembre de 2010, EL UNIVERSAL dio a conocer que Servando Gómez contaba con una plaza como maestro en la escuela Melchor Ocampo, donde recibía un sueldo de 51 mil 811 pesos.

A más de tres años de que se diera a conocer el hecho, la Secretaría de Educación Pública no ha dado de baja a La Tuta, dice que él es inocente, por lo que no se le puede dar de baja, y su sueldo permanece congelado.

Y aunque existe presencia de las fuerzas federales en el municipio de Arteaga, los habitantes dicen que aún es común ver a La Tuta por las calles, pues suele visitar a su madre, en una casa que es resguardada por personas armadas en una camioneta Hummer.