Ante la violencia, todo el rigor de la ley: CEM
El presidente de la CEM, Francisco Robles Ortega, afirmó que ante el vandalismo y la violencia debe aplicarse todo el peso y rigor de la ley.. (Foto: ARCHIVO. EL UNIVERSAL )
julian.sanchez@eluniversal.com.mx
El presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), cardenal Francisco Robles Ortega, manifestó a nombre de los obispos del país su rechazo a que la indignación y el dolor por la muerte de los 43 normalistas desaparecidos se traduzca en actos violentos, pues “se convierte en una espiral que no nos llevará más que a destruirnos y a retroceder. Es un viaje sin retorno”.
Ante esto, afirmó que debe aplicarse todo el peso y rigor de la ley en este y todos los acontecimientos violentos pendientes en el país.
Los obispos llamaron a la sociedad a que no reaccione cometiendo atropellos y actos de vandalismo, como los que se han vivido los últimos días, porque lo único que dañan es la convivencia y el marco legal.
“Da pendiente que detrás de estos provocadores de violencia haya grupos interesados en esto, en dañar todavía más a nuestro país. Da pendiente, porque sería un viaje sin retorno si entramos en esta dinámica de reaccionar con violencia por encima de la ley, con actos de vandalismo y atropello a los derechos de los demás”, detalló el cardenal.
En conferencia de prensa, Robles Ortega, quien es arzobispo de Guadalajara, lamentó la implicación de políticos en la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa.
Crítica a la clase política. El prelado aludió a las acusaciones que existen en contra del ex presidente municipal de Iguala, José Luis Abarca y su esposa, María de los Ángeles Pineda, por estos hechos.
“Nos preocupa que todo indica que las autoridades, los políticos y los partidos, sí tenían conocimiento de quiénes son estas personas, estos personajes públicos, de cómo llegaron al poder y que, además, tenían un proyecto de seguir en el poder. Nos preocupa que conociendo su trayectoria y actividad, y su manera de proceder por encima de la ley, anduvieran y siguieran aspirando a seguir en el poder.
“Se está distorsionando el sentido de la política y del gobernante. Este debe servir al bien común y proteger, y aquí hicieron todo lo contrario”, aseguró el presidente de la CEM.
Sobre el tema, en un pronunciamiento leído durante la conferencia en la que estuvieron también los obispos Eugenio Lira Rugarcía, secretario general de la CEM, y Sigifredo Noriega Barceló, obispo de Zacatecas, el Episcopado exhortó a las fuerzas políticas y a la sociedad a no lucrar con la tragedia de Ayotzinapa, Guerrero, y a contribuir con responsabilidad a la creación de un México en el que la vida, la dignidad y los derechos de todas las personas sean plenamente reconocidos, respetados, promovidos y defendidos.
Los obispos insistieron en la situación que se vive en el país por actos de violencia. “Llegamos a la 98 asamblea con una gran preocupación por la difícil situación que padecemos los mexicanos y mexicanas a causa de diversas formas de injusticia, inequidad, indiferencia, inseguridad, miseria, corrupción, impunidad, violencia y muerte, como ha quedado evidenciado en los terribles sucesos de Ayotzinapa.
“Sufrimos la zozobra de no saber qué ha sido de los 43 normalistas desaparecidos. A sus padres, hermanos, familiares y compañeros les reiteramos, una vez más, nuestra cercanía y solidaridad. Estamos pidiendo a Dios que les dé fortaleza y que pronto quede esclarecido el paradero de sus hijos, hermanos y compañeros.
“Frente a estos lamentables hechos y ante los crímenes sucedidos en Tlatlaya y el espeluznante descubrimiento de fosas clandestinas, unimos nuestra voz a la del pueblo de México, del cual formamos parte, para gritar: ¡Basta ya de tanta corrupción, impunidad y violencia!”.