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Andrés Manuel López Obrador aseguró que no tuvo tratos y ni siquiera se tomó fotos con el ex edil de Iguala, José Luis Abarca, señalado como presunto responsable de la represión y desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa y a quien “nunca jamás vi”.

“Durante el tiempo que el señor Abarca fue presidente municipal fui cuando menos tres veces a Iguala y hasta dormí en Iguala, y nunca jamás lo vi. ¿Por qué? Porque cuando estos políticos tradicionales andan en malos pasos se alejan de nosotros y eso ahora hasta lo tengo que agradecer, nunca me buscó”, dijo el tabasqueño.

“No somos iguales”. En el Zócalo capitalino, durante el primer mitin del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) ya como partido político con registro, López Obrador repitió insistentemente “no somos iguales” a otros políticos, por lo que aclaró: “No conozco al ex presidente municipal prófugo y miren que no es un asunto sencillo, porque yo estoy constantemente recorriendo el país”.

Informó que en este año, luego de los problemas de salud que tuvo, ha visitado 450 municipios, “siempre estoy en las plazas públicas y saludo a todos y me tomo la foto con todos”, pero con José Luis Abarca no.

También se desmarcó del ahora ex gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, pues recordó que durante la campaña electoral local se negó a firmar un documento de compromisos sociales y el rechazo a la construcción de la presa de La Parota.

Esa “era la condición para que yo asistiera a un acto de campaña de Aguirre. No quiso firmar el convenio y ¿saben qué sucedió? Que no fui a la campaña de Aguirre”, precisó.

En el Partido de la Revolución Democrática, en cambio, “se postuló como candidato a Aguirre, en 2010, y desde entonces nosotros estábamos pensando en deslindarnos lo más posible del PRD”, recordó.

Lucha energética. Andrés Manuel López Obrador explicó todo esto a sus seguidores, a quienes había citado para la lucha contra la reforma energética, pues —prevé el tabasqueño— seguramente vendrá una campaña para desalentar el voto “con el argumento de que todos somos iguales”.

En el mitin López Obrador centró su mensaje en lo que ocurrió en el municipio de Iguala, pero también en la consulta energética —para que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) garantice su realización— y su reclamo de cambio de política económica con renuncia o sin renuncia del presidente Enrique Peña Nieto.

Sobre la desaparición de los 43 jóvenes de Ayotzinapa, López Obrador demandó la formación de una “comisión de la verdad”, integrada con “ciudadanos realmente independientes y de inobjetable honestidad”. Propuso a la escritora Elena Poniatowska, el padre Alejandro Solalinde, Rosario Ibarra y abogados del Centro de derechos humanos Tlachinollan.

En el acto, Poniatowska —quien sufrió un leve mareo— recordó que la Normal de Ayotzinapa es de las más pobres del país y a los desaparecidos “los quieren criminalizar al ligarlos al cártel de Los Rojos o de los Guerreros Unidos. No se vale asegurar que detrás de su desaparición está una lucha entre cárteles, ni se vale implicarlos con grupos guerrilleros”.