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43x43 pide un registro de desaparecidos

Nurit Martínez y Astrid Rivera| El Universal
Lunes 10 de noviembre de 2014

Video. Más de mil 500 participantes se unieron a la causa y anunciaron en el mitín, el registro ciudadano de desaparecidos

43x43 pide un registro de desaparecidos

Luego de una última escala en Tlalpan, la caravana 43x43 llegó ayer al Zócalo capitalino en solidaridad con los normalistas desaparecidos. (Foto: GERMÁN ESPINOSA. EL UNIVERSAL )

Organizadores rechazan violencia y vandalismo como el ocurrido en Palacio

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Después de recorrer 195 kilómetros, el Movimiento 43x43, que marchó desde Iguala, Guerrero, en demanda de justicia, planteó crear un registro ciudadano de desaparecidos, luego de exigir a la Procuraduría General de la República (PGR) que se continúen las investigaciones para definir si existen más fosas clandestinas y lograr la identificación de los cuerpos.

Al concluir la marcha que partió por la mañana de ayer desde la iglesia de San Agustín de las Cuevas, ubicada en el centro de Tlalpan, y duró cuatro horas para llegar al Zócalo capitalino, José Alcaraz, dirigente del Movimiento, aseguró que es momento de “darle rostro a las cifras, por lo que convocó a la sociedad a construir un padrón ciudadano de desparecidos”.

Los integrantes de ese movimiento advirtieron que no es con violencia como se van a resolver los conflictos en el país, luego de que un grupo de jóvenes y personas prendieron fuego a una de las puertas de Palacio Nacional, la noche del sábado. “Rechazamos la violencia como método para exigir justicia o seguridad. Le apostamos a la paz, porque México necesita paz y seguridad para avanzar”, dijo Alcaraz.

El dirigente de las organizaciones sociales que realizaron la caminata por los normalistas aseguró de forma previa al arranque de la última etapa de la movilización para llegar al Zócalo que lo ocurrido en Palacio Nacional “es muestra de que la intolerancia puede ganar”, y consideró que “son reflejo de grupos radicales o infiltrados del propio Estado que buscan generar condiciones de inestabilidad” para el país.

La sociedad se solidariza A lo largo del recorrido por la Calzada de Tlalpan, las familias, estudiantes y organizaciones sindicales se incorporaron al movimiento, por lo que de poco más de 120 personas que arrancaron la protesta al final se concentraron más de mil 500 en el Zócalo capitalino.

La caminata que arrancó el 4 de noviembre en Iguala inició la última fase de su recorrido en la calle Madero, en el corazón de Tlalpan.

Continuó por San Fernando y luego entroncó por la calzada de Tlalpan rumbo a la Plaza de la Constitución.

Al grito de “vivos se los llevaron, vivos los queremos”, mujeres, niños y jóvenes recorrieron las calles. Carla y sus dos hijas, de 10 y 12 años, se integraron a la caravana desde Huipulco. Dice hacerlo “por que soy madre de familia y las traigo (a sus hijas) para que aprendan a reclamar sus derechos”.

Al paso de los manifestantes, las personas salían de sus casas y les ofrecieron alimentos: fruta, tortas y agua. Una familia ubicó su camioneta sobre la lateral de la Calzada de Tlalpan, previo a llegar a la estación del Tren Ligero La Virgen, y de cuatro cajas extrajeron pequeñas bolsas que proporcionaron a algunas de las casi 200 personas que se enfilaban rumbo al Zócalo.

En las bolsas la familia colocó naranjas, plátanos, una torta y un jugo, por lo que algunos de los marchistas aplaudieron el gesto y otros gritaron consignas para esta familia solidaria.

No hubo enojo entre los automovilistas, manifestaron su adhesión con la caravana que exige justicia por la desaparición de los normalistas.

Desde sus vehículos, los capitalinos que circulaban por la Calzada de Tlalpan hicieron sonar su cláxon en señal de solidaridad, y se observó a varias familias mostrando el puño en alto y la V de la victoria.



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