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El ministro de Relaciones Exteriores de Guatemala, Luis Fernando Carrera Castro, aseguró que las bandas de traficantes de personas —al ver que el número de niños migrantes mexicanos iba a la baja—, se fueron a ofrecer el servicio a Centroamérica.

“Mientras México ha aportado un enorme número de niños, como bien se ha citado, 17 mil, 18 mil al año, de repente en el 2010 aportó solamente 11 mil, (...) yo creo los coyotes dijeron ¿cómo nos vamos a compensar? se nos está cayendo la oferta de los niños migrantes mexicanos y se fueron a ofrecer el servicio a Centroamérica, donde existía demanda, pero no se había calculado cuánta”, comentó.

En su intervención en el Coloquio México-Santa Sede Migración Internacional y Desarrollo explicó que los delincuentes se fueron a meter la idea de que era posible llegar a Estados Unidos.

“Esto fue alentado por algunas medidas temporales que tiene Estados Unidos, particularmente medidas como esta: por ley, los niños no pueden estar más de 72 horas con la Patrulla Fronteriza, y de allí pasan a albergues, donde generalmente están bien cuidados. Pasan a albergues que administra el Departamento de Estado de Estados Unidos, donde la atención básicamente es bastante buena, bastante humana. Ahí pasan 3 ó 4 semanas y los envían con algún familiar o tutor legal dentro de Estados Unidos a esperar su cita”, dijo.

Al contarse el cuento seis meses después, dijo, la historia que llega a la comunidad de donde salió este niño es que está con la familia desde hace seis meses, que estudia y que es feliz.

“Qué mejor estímulo para enviarlo y, con esto, las redes de coyotes empezaron a hacer montones de dinero”, dijo.

En su oportunidad, el ministro de Relaciones Exteriores de El Salvador, Hugo Roger Martínez, advirtió el riesgo de que a los menores por ser migrantes se les revictimice: “Debemos tener mucho cuidado de no revictimizar, a estos niños y niñas que ya han sido víctimas en sus sociedades, en los trayectos, y no pueden ser revictimizadas en los lugares de destino y la perspectiva debe ser desde el ángulo humanitario”, advirtió.

Durante su participación hizo un llamado a no buscar culpables y a enfrentar el problema desde el principio de corresponsabilidad.

En las conclusiones del coloquio se identificaron coincidencias entre México y la Santa Sede con miras a fortalecer la cooperación en materia de migración.

Uno de los puntos subraya garantizar el interés superior del niño y dar consideración especial al fenómeno emergente de menores migrantes no acompañados, incluso ampliando la lista de causales de protección internacional.