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Iguala, Gro.— Familiares de los policías de Iguala detenidos por la muerte y desaparición de estudiantes de la normal de Ayotzinapa, aseguran que las acusaciones en contra de ellos son falsas, debido a que se encontraban en sus casas o realizando otras actividades cuando ocurrió el ataque.

Elizabeth Nicolás Romero, esposa de Honorio Antúnez Osorio, explicó que su esposo “no trabajó el viernes 26. El me fue a recoger de la escuela a las 8:40 de la noche, porque estudio. De ahí nos fuimos a comer tacos y en ese momento me dijo que escuchó como juegos pirotécnicos”.

Al siguiente día, Honorio fue a trabajar y horas más tarde la llamó para decirle que estaba detenido sin saber por qué.

María Luisa Hernández Casarrubias contó que su hermano Baltazar estuvo comisionado los días 26 y 27 de septiembre a la custodia de una gasolinera y hay videos que lo prueban, aseguró la mujer.

“Él trabajó todo el día como vigilante en una gasolinera. El dueño del lugar tiene videos que prueban que estuvo trabajando en este lugar”, asegura la hermana de Baltazar.

Los familiares de ambos piden que sean liberados debido a que “no tuvieron nada que ver en las agresiones del viernes 26”, pues no estaban en el lugar del ataque.

Otros parientes, quienes solicitaron el anonimato, exigieron a las autoridades que les informen acerca de la situación jurídica de los policías.

Además, los familiares de los agentes también denunciaron presiones ejercidas por el crimen organizado.