"México, horrorizado y triste por Ayotzinapa"
PONENCIA. El historiador, durante su conferencia "Holocausto y Literatura", en la Academia Mexicana de la Historia. (Foto: ESPECIAL )
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“Todo México ha quedado horrorizado y triste” por el “terrible acontecimiento” de la masacre de 43 jóvenes en Ayotzinapa, dijo ayer el escritor e historiador Enrique Krauze, al iniciar su conferencia sobre Holocausto y Literatura, en el diplomado sobre Historia Universal del siglo XX, de la Academia Mexicana de la Historia.
“El crimen de una sola persona es el mayor pecado. ‘No matarás’ es uno de los diez mandamientos”, recordó Krauze al explicar que “a mí me ha tocado hablar sobre un tema que es particularmente doloroso, personalmente, familiarmente y para la humanidad, uno de los más difíciles temas del siglo XX, que es el tema del Holocausto”.
Krauze puntualizó que México quedó horrorizado con “la muerte brutal, frente a nuestros ojos”, de los 43 jóvenes, y de cómo “nos hemos enterado de los detalles macabros” de este episodio, la forma en “que presumiblemente fueron asesinados, cómo fueron llevados a ese paraje, cómo fueron vejados, asesinados, quemados”.
“Y si el crimen de 43 jóvenes inocentes es un inmenso pecado, ahora imaginen ustedes ese mismo episodio de Ayotzinapa, con seis millones de personas”, dijo el director y fundador de la revista Letras Libres, en referencia al genocidio perpetrado por la dictadura nazi contra el pueblo judío.
Citando al superviviente del Holocausto, “el gran escritor Primo Levi”, dijo que “si comprender es imposible, conocer es necesario”. En ese sentido, describió la forma en que ocurrió la masacre de 6 millones de judíos. El historiador explicó que antes de la Shoah (catástrofe), el término hebreo para referirse al Holocausto, hubo señales de lo que se avecinaba con la llegada de los nazis al poder en Alemania, aunque nadie pudo anticipar el genocidio, así como “no pudimos prever” que sucedería la tragedia de Ayotzinapa. Recordó antecedentes del antisemitismo como la expulsión de los judíos de España, los pogromos en Rusia y Polonia, y aclaró que la muerte de la mayor parte de los 6 millones de judíos no sucedió en los campos de concentración (Auschwitz, Treblinka), sino en pequeñas comunidades, donde eran asesinados brutalmente, como “ocurrió en Ayotzinapa”.
Los nazis obligaban a los habitantes de pequeñas comunidades en Polonia y Ucrania a dar muerte a los judíos, y algunos “lo hacían con gusto”, dijo. Los judíos eran golpeados, vejados, obligados a cavar sus propias tumbas; eran muertos por una bala de fusil, un mazazo o asfixia, antes de que se instrumentara la “solución final” de las cámaras de gases, detalló el historiador. Krauze rebatió las tesis que niegan el Holocausto y que alegan que no ocurrió o que se exageró la cifra de víctimas. Quienes lo niegan, dijo, son muy pocos y sin credibilidad. Para el caso citó testimonios de criminales de guerra nazis, grabados, en que lamentan “haber fallado” al masacrar a sólo a seis millones de judíos.
Aunque el tema de la conferencia se centraba en Holocausto y Literatura, el historiador mencionó la película La lista de Schindler de Steven Spielberg, que da una visión “meritoria”, pero quizás demasiado “estética” del horror humano, y dijo que en su opinión los documentales brindan una imagen más precisa de lo que sucedió, como es el caso de “ Shoah”, realizado por Claude Lanzmann, con testimonios de supervivientes, testigos y verdugos.