"Mar" de voces claman justicia
Video. Exigen que regresen vivos los 43 jóvenes y que se castigue a los responsables
BLOQUEO. Jóvenes encapuchados que exigían el regreso con vida de los normalistas desaparecidos en Iguala tomaron la caseta México-Cuernavaca. (Foto: SAÚL LÓPEZ / CUARTOSCURO )
ACAPULCO, Gro.— Día 21. ¡Ea, ea, ea, Aguirre se tambalea, se tambalea, se tambalea!, ¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos! ¡Aguirre asesino!, ¡Exigimos la presentación con vida de los 43 desaparecidos!, se escuchó durante un recorrido de ocho kilómetros. Los marchistas caminaban lento; el mar se observó en gran parte del trayecto. Eran miles de voces, que en varios momentos hacían una sola, también con una petición: justicia por el caso Iguala.
Según los organizadores, más de 30 mil; personal de Gobernación municipal de Acapulco calculó 10 mil asistentes.
La marcha bien podría ser histórica, como ésta no hay registros. En número puede ser equiparada con la movilización del 5 de febrero de 2013 en la que participaron la CETEG, el SNTE y el Sindicato Único de Servidores Públicos del Estado de Guerrero (SUSPEG) contra las reformas laboral y educativa, pero en esta ocasión eran miles de personas de diferentes frentes de lucha por una sola causa. En todas las regiones del estado juntaron a 30 mil, ayer esa era la cifra sólo en Acapulco.
El desgaste de casi un mes en exigencia de lucha no se notó en la fuerza con la que familiares de 43 normalistas de Ayotzinapa gritaron al aire los nombres de cada uno de estos jóvenes: ¡Saúl Bruno García!, ¡Abelardo Vázquez Penitam!, ¡José Ángel Campos Cantor!, ¡Jhosivani Guerrero de la Cruz!, ¡César Miguel González Hernández! … ¡Presentación!
Como parte de su plan de acción, la Asamblea Nacional Popular, integrada por unas 44 organizaciones, entre ellas la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación Guerrero (CETEG), la Normal Rural de Ayotzinapa y el Frente Único de Normales Públicas del Estado de Guerrero (FUNPEG), trasladaron al puerto su exigencia de justicia.
De diferentes estados, normalistas integrados a la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM), como los de Mactumactzá, Chiapas, portaban mantas en las que se leían: “Juicio político para Aguirre” y “Desaparición de poderes en Guerrero”.
Movimiento pacífico
Ayudado de un megáfono, un vocero de la CETEG reiteraba que los integrantes de la marcha no vinieron a enturbiar la tranquilidad de Acapulco, cuya actividad principal es el turismo, “la marcha es pacífica, el gobierno quiso difundir una campaña de miedo, pero aquí no va a pasar nada...”, y en efecto, no pasó. Los mil 500 policías antimotines que alistó el gobierno local no fueron necesarios.
Desde que los contingentes salieron de la calzada Pie de la Cuesta, en el poniente de Acapulco, y transitaron por la Costera Miguel Alemán, donde realizaron un bloqueo de 40 minutos, a la altura del Centro Internacional Acapulco, no hubo incidentes.
Los minutos para los padres se hacen horas, días, meses, ya no aguantan más la espera, pero seguirán, cuenta contundente Mario González, papá de César, Tlaxcalita —un muchacho de 17 años—; junto a su esposa vino desde el 28 de septiembre desde Huamantla, en busca de su hijo y su corazón de padre, dice, le dicta que lo va a volver a abrazar. Desde la noche del jueves se enfermó, le dio “calentura”, pero ni la lluvia, que a la mitad de la marcha mojó a los participantes, le importó.
Mario, junto a varios padres de familia, sostuvieron gallardetes con los nombres y las fotografías de sus hijos desaparecidos por policías municipales de Iguala y de Cocula.
Varios negocios cerraron sus cortinas este día para evitar disturbios; un bar sobre la avenida Costera Miguel Alemán prefirió blindarse, colocó maderas encima de su fachada de vidrio. Pero los disturbios no pasaron de las pintas. Y hasta comerciantes como los del mercado central del puerto aplaudieron a los manifestantes; hubo quienes les repartieron aguas, naranjas y bolillos con frijoles a los marchistas. Los gritos de apoyo de estudiantes que se escuchaban: ¡A ver, a ver, quién lleva la batuta, los estudiantes o el gobierno que ejecuta!
Anunciaron que hoy retomarán su plan de acción para exigir justicia.
Están dispuestos a todo, dijeron. Maestros de la sección 22 de la CNTE que se retiraban de la costera portaban una manta en la que se leía: “Nos quitaron todo, que nos quitaron el miedo”.
En Iguala, con claveles blancos, veladoras, cruces negras con los nombres de los alumnos y carteles, más de mil personas marcharon. Siguieron el recorrido que los estudiantes realizaron desde el primer ataque hasta el momento en que elementos de Seguridad Pública les dispararon en el Periférico Norte, en el cruce con la calle Juan N. Álvarez. Con información de Marcos Muedano