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Historia. "Los dejaron en el desierto"

Ariadna García / Enviada| El Universal
Jueves 31 de julio de 2014
<b>Historia.</b>

BÚSQUEDA. El senador del PRD, Sofío Ramírez, muestra la fotografía de su hermano perdido Serafín . (Foto: LUIS CORTÉS / EL UNIVERSAL )


ariadna.garcia@eluniversal.com.mx

TIJUANA, BC.— Hace 15 años el hoy senador del PRD, Sofío Ramírez, perdió a su hermano Serafín en el desierto.

La historia de Serafín Ramírez fue que buscó su sueño americano: llegar a Estados Unidos sin documentos legales, trabajar y ganar dinero para mejorar la calidad de vida de sus 3 hijos y su esposa.

Era 1999 cuando arrancó el camino desde la montaña de Guerrero, según relató el perredista Sofío Ramírez.

“Es una historia muy dolorosa, igual que la que han vivido miles de familias de México y de Centroamérica… todos o casi todos, lo único que buscamos son oportunidades”, dijo.

En ese entonces, ya metido en la política, el perredista se enteró de que uno de sus 11 hermanos emprendió camino hacia el país vecino del norte.

Su hermano Serafín salió acompañado de Carlos González, un cuñado. Se enfilaron hacia Baja California, llegaron a Tijuana. Hospedado en el Hotel México junto con 26 personas más, el grupo aguardó hasta que se les dio la instrucción de abordar una camioneta para intentar pasar el desierto.

Tomaron camino desde Tijuana a Tecate para adentrarse en el desierto, “pero fueron abandonados entre la carretera 78 y 86, los polleros o coyotes salieron huyendo porque sospechaban que los iban persiguiendo los de migración, ellos mismos se perdieron en el desierto y abandonaron a las personas”, contó Ramírez.

De acuerdo con versiones de los sobrevivientes, que obtuvo el senador en aquel momento, cuando el grupo de migrantes era dirigido por el desierto, la camioneta se atascó en el camino, los guías forzaron el motor y se incendió, por lo que salieron huyendo.

En ese momento, los 27 migrantes salieron también de la camioneta y el grupo se dispersó.

Serafín Ramírez y Carlos González siguieron su andar, pero el intenso calor desértico los venció.

“Lo último que recuerda Carlos es que, al ya no tener la más mínima oportunidad de levantarse, se despidió de mi hermano y le dijo que le encargaba a sus hijos que se salvara. Perdió el conocimiento y cuando despertó es porque lo estaban rescatando, lo llevaron a un hospital, preguntó por mi hermano pero ya no apareció”, contó Sofío.



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