Polleros corrompen a la Migra en EU, afirman ONG
FACTOR. Según una investigación de activistas de ONG, los bajos salarios de las autoridades migratorias propician la corrupción en la frontera. (Foto: ARCHIVO EL UNIVERSAL )
natalia.gomez@eluniversal.com.mx
Los polleros que operan en diferentes puntos de la ruta del Golfo revelan actos de corrupción entre las autoridades migratorias estadounidenses. “Conocí mucha gente de todos lados del gobierno y me di cuenta que su gobierno no era incorruptible como pensamos”, lo que también permitió construir una exitosa red de contrabando de migrantes.
Así lo indica una investigación hecha por activistas de organizaciones de la sociedad civil, quienes por seguridad guardan anonimato.
Entrevistaron a 80 polleros que operan en Tamaulipas, Nuevo León, San Luís Potosí, Chiapas, Veracruz, Coahuila, el Distrito Federal y Texas, quienes aseguraron que uno de los factores que propicia la corrupción son los bajos salarios de las autoridades migratorias.
Ubican otras dos causas: la inexistencia de mecanismos legales para hacer frente a la demanda de mano de obra en algunos sectores productivos, y la compasión hacia los migrantes, detalla la información entregada a EL UNIVERSAL.
El trabajo de campo se realizó entre los meses de abril de 2008 y febrero de 2012. Encontró que la mitad de los polleros, conducían a los migrantes hasta Texas, 15% a Carolina del Norte, 11% a Florida y 9% al estado de Virginia.
La actividad lícita se ha visto modificada por otros grupos de la delincuencia organizada relacionados con el narcotráfico que han logrado pedir cuotas por el paso de los migrantes, y que también se han iniciado en esta actividad para secuestrar a los migrantes para extorsión o reclutamiento.
Las referencias indican que antes, los polleros eran presionados para este pago. Luego los asesinaban por resistirse a esta cuota o al secuestro de quienes transportan, y hoy porque estorban a los intereses de los cárteles. Hay traficantes de personas que trabajan para los cárteles y que han reclutado a migrantes centroamericanos para someterlos como esclavos, para proteger sus intereses, reveló a investigación.
Respecto al argumento de los bajos salarios, los activistas encontraron que los agentes migratorios estadounidenses que tienen el nivel GL-5, a quienes se les exige un nivel de licenciatura y experiencia en áreas como la entrevista, son 17% inferiores a la media nacional y 34% más bajos que la media salarial del sector público.
Se encontró entre los entrevistados —quienes fueron contactados a partir de la ayuda de personas que conocían a gente que se dedicaba al contrabando de migrantes—, la percepción de que en los últimos años ha mejorado el trato hacia los migrantes detenidos, pues algunos de los entrevistados mencionan que a lo largo de los años se ha logrado forjar una mayor empatía entre agentes migratorios e indocumentados.
Los polleros, a quienes se les realizaron entrevistas a profundidad, argumentan sobre la corrupción: “la gente va todos los días, que se quieran hacer tontos es otra cosa” señala uno de los traficantes. “Hay mucha corrupción allá, no sólo aquí en México, también allá hay”, refiere otro de los participantes.
Según los entrevistados, los agentes migratorios son el principal activo de muchas redes de contrabando de indocumentados, ya que si no contasen con la ayuda y colaboración de éstos, los polleros no podrían hacer su trabajo.
“No todos los policías de migración cooperan con la corrupción, también hay agentes que son muy derechos y no aceptan dinero a cambio de su silencio, entonces es cuando uno debe cuidarse”, dice otro traficante.
Se encontró que algunos se rehúsan a dar una parte de sus ganancias a las autoridades norteamericanas ya que consideran que es una cantidad muy elevada lo que piden. Otros dicen que no pueden “arreglarse” con ellos porque trabajan “por la libre”, y no para un único empleador de mano de obra indocumentada.
“Esto indica que el prestigio del empleador a quien los polleros abastecen de mano de obra, facilita que cuajen arreglos de beneficio mutuo”. Algunos de los traficantes se enorgullecen de cruzar la frontera sin tener que pagar nada a las autoridades migratorias. Pero reconocen que “no pagar constituye una excepción”.
Muchos entrevistados subrayaban las enormes ganancias recibidas por las autoridades estadounidenses por su participación en el contrabando de indocumentados.
Algunos equiparaban los ingresos de éstas con los de los grupos delictivos mexicanos por realizar la misma tarea: extorsionar a los migrantes, indicaron los activistas que realizaron la investigación.