carina.garcia@eluniversal.com.mx  

El ex candidato presidencial del PRD, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano demandó la renuncia del presidente nacional perredista, Carlos Navarrete, y de toda la dirigencia nacional, para comenzar a superar la peor crisis que ha vivido ese partido —que él fundó— y que amenaza con su disolución.

En una carta pública dada a conocer ayer, el ex jefe de gobierno del Distrito Federal, ex gobernador de Michoacán y ex militante del PRI dijo que por el caso Iguala, y por otros fenómenos, el partido está en una grave situación de postración y agotamiento, a punto de disolverse o de quedar como una simple franquicia político-electoral.

Demandó que tras la renuncia de la dirigencia nacional encabezada por Navarrete, representante de Nueva Izquierda o Los Chuchos, y Héctor Bautista, secretario general, de la corriente Alternativa Democrática Nacional (ADN), una nueva dirección provisional debe convocar a un Congreso que establezca nuevos estatutos para ir a una reforma profunda, y se tomen las medidas para generar las mejores condiciones posibles.

Además, debe emitirse una propuesta de trabajo ideológico y programático “con el objetivo de superar la crisis múltiple por la que atraviesan la nación y el partido”.

No busca cargo. Cárdenas aclaró que, de aceptarse su propuesta, no participará en ningún cuerpo de dirección o posición directiva en el PRD, y se mantendrá sólo como militante activo.

También pidió que en la reforma estatutaria se cambien los mecanismos de toma de decisiones, y afirmó que el esquema de “corrientes” —grupos al interior del PRD— no debe seguir siendo el que prevalezca para la integración de sus cuerpos directivos.

“Invito, con todo respeto, a que renuncie de manera irrevocable el Comité Ejecutivo Nacional actual, encabezado por el presidente y el secretario general. Que se integre una dirección provisional”, con representación real de bases regionales y representativas de la pluralidad de las corrientes de opinión, propuso Cárdenas.

“Es momento de tomar decisiones de fondo”, emplazó el dirigente al plantear que la ”puntilla” de “años de desviaciones y claudicaciones” ha sido la actuación de la dirigencia nacional del PRD frente a los hechos ocurridos en Iguala, Guerrero, donde en el 26 de septiembre, bajo las órdenes del entonces edil perredista José Luis Abarca, desaparecieron 43 normalistas.

Hubo “desafortunadas y cuestionables decisiones tomadas por la desaparición de 43 estudiantes” de la Normal de Ayotzinapa, estimó.

Cárdenas dijo que las medidas planteadas servirián para enfrentar la peor crisis que ha vivido ese partido en sus 25 años de fundación.

“A punto de disolverse”. De acuerdo con su diagnóstico sobre el PRD, éste “está a punto de disolverse o encontrarse o quedar como una simple franquicia político-electoral subordinada a intereses ajenos a los de su amplia base militante” por el largo proceso de pérdida de presencia, de credibilidad y de autoridad moral de sus dirigentes.

El pronunciamiento de Cárdenas fue emitido luego de que el sábado pasado fundadores del PRD que salieron de la entonces Corriente Crítica del PRI se reunieran para valorar la situación que vive ese partido y las izquierdas en general tras lo ocurrido en Iguala.

Cárdenas hizo referencia a estos hechos y dijo que el PRD está inmerso “en un ya largo proceso de pérdida de autoridad moral como institución y de pérdida de autoridad moral de sus dirigentes”, e incluso prácticas de corrupción y clientelismo.

Hay, valoró Cárdenas, “pérdida de credibilidad de las representaciones que de él han surgido, debido a desviaciones que han llevado a la imposición de prácticas sectarias y clientelares en su vida interna; de una línea política de contradicciones, corrupción e incumplimiento en el respeto a los principios estatutarios”.

El resultado es que el PRD está “en una grave situación de postración y agotamiento, como nunca antes había estado en su cuarto de siglo de existencia”, valoró Cuauhtémoc Cárdenas, quien ha sido tres veces candidato presidencial por ese partido.