Bromeó Tamayo antes de ejecución
GUARDA SILENCIO. Alma, hermana de Édgar Tamayo, quien fue ejecutado el 22 de enero pasado en una prisión de Texas, a su arribo a la Ciudad de México. (Foto: RODOLFO ANGULO CUARTOSCURO )
natalia.gomez@eluniversal.com.mx
Unas cinco horas antes de que lo declararan muerto el pasado 22 de enero, Édgar Tamayo habló a la estación de radio La Raza de Houston. Sereno, haciendo bromas y en una actitud de aquél que sabe que las cartas no estuvieron a su favor, pero que aún así acepta su destino, dijo ser inocente.
“¿Les pregunto si creen que los policías no mienten? 90% de los que estamos aquí es por eso, por falsificación de papeles de declaración. ¿A quién le van a creer? Hay muchos corruptos, hay uno que está trabajando afuera en una patrulla, él me mandó a mí para acá. Él escribió la declaración falsa. Nunca he dicho que soy un santito, pero no estoy tan menso para hacer una declaración así. Cuando desperté estaba dentro de la cárcel bajo los cargos de pena capital, todo lo arreglaron, todo lo falsificaron”, dijo Édgar.
Tamayo, quien en enero de 1994 fue acusado de asesinar a un policía, hizo esta llamada desde la prisión de Walls, en Huntsville, antes de las cinco de la tarde, pues dentro del procedimiento de la ejecución el Departamento de Justicia Criminal de Texas le proporcionó una línea telefónica para hablar por última vez con sus familiares y amigos.
El conductor, a quien identifican como El Vaquero, le dice a Édgar Tamayo: “Mucha gente habló de México que te conocen, te mandan bendiciones, sabemos que es un reto muy difícil pero todos seguimos en la lucha”.
A lo que Édgar, quien fue inyectado de una fuerte dosis de Pentobarbital y declarado muerto a las 9:32 de la noche, respondió: “Todavía faltan un par de horas, para los que no saben, estoy aquí a unos pasitos del cuarto ese, donde entre comillas supuestamente me van a dormir, estoy a un ladito”.
Radioescucha en la prisión de Polunsky, en Livingston, donde pasó la mayoría de su encierro, mandaba cartas a los conductores de La Raza de Houston, y en una de ellas decía: “Para aquellos que juzgan sin saber, yo siempre he sido alegre, muy alegre, me encuentro bien gracias a Dios y mis padres y mis hijas todos se encuentran muy bien, porque me aventé 20 años preparándolos para este tiempo”.
Los conductores El Vaquero y Cheque González le ofrecieron complacerlo con una canción. Muchas le gustaban, pero escogió El árbol de la horca, El carretonero, El hombre del celular, El puño de tierra y Que me entierren con la banda. “Para los que no saben, cuando me lleven a mi rancho me van a enterrar con la banda”, dijo Édgar.
Ayer a las ocho de la noche, el cadáver de Tamayo arribó al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México en un vuelo de United Airlines Flight, y por la madrugada fue trasladado a la Funeraria García, de Miacatlán, Morelos.
Según se informó, el retraso de la repatriación del cuerpo se debió a que las oficinas gubernamentales de EU que emiten los certificados de defunción estuvieron cerradas a causa de las lluvias y las nevadas que les afectan.