INDIGNACIÓN GENERÓ en colaboradores cercanos al procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, la sugerencia del presidente del PRD, Carlos Navarrete, de solicitar su renuncia al cargo.

Nos dicen que en la PGR no entienden como don Carlos ha olvidado en dos meses que la presunta orden de desaparecer de los 43 normalistas vino precisamente de un ex alcalde, José Luis Abarca, avalado por el PRD, y en especial por la corriente en la que milita el propio Navarrete.

Nos recuerdan que hasta hace unos días quien fue emplazado a renunciar por esos hechos fue el propio Navarrete, quien hoy, aseguran, quiere voltear los reflectores hacía don Jesús.

Sin embargo, luego del fracaso de la PGR en la consignación de los 11 estudiantes que acusó de haber participado en los hechos violentos del 20 de noviembre, y que al final no pudo sostener, pronto vendrá una prueba de fuego para el procurador. Llegará la hora de que se demuestre ante un juez lo que esa dependencia ha sostenido: la responsabilidad de Abarca y su esposa, María de los Ángeles Pineda, en la desaparición de los 43 normalistas.

Vale la pena recordar que Abarca está encarcelado por hechos diferentes al de los estudiantes desaparecidos, y su esposa se encuentra bajo arraigo.

¿Qué sucederá con el procurador, si no supera esa prueba?

rcr