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Para los académicos y politólogos, los resultados del pasado periodo ordinario de sesiones del Congreso fue de claroscuros, pues para unos fue positivo en resultados (aprobación de las reformas) y, para otros, dejó un saldo cuestionable en materia política, con el rompimiento del PRD en el Pacto por México.

El politólogo del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), José Antonio Crespo, calificó el periodo ordinario de sesiones de “histórico” debido a la trascendencia de las reformas aprobabas por los legisladores.

Crespo dijo que la labor de los legisladores es aprobar reformas, pero reiteró que el bloque de cambios que se lograron tienen su mérito porque son temas que llevaban años en la agenda nacional y en la de los partidos políticos.

“Cualitativamente sí (son importantes). Aquí se trata de bonos estructurales (constitucionales), porque los temas eran controvertidos y llevaban varios años de rezago; prácticamente eran intocables como es el caso de las reformas educativa, energética y política”, dijo el politólogo.

Aseguró que sin la creación y el impulso del Pacto por México no habrían salido estas reformas estructurales, porque muchas de ellas se lograron mediante el consenso de los principales partidos políticos del país.

“Este instrumento ayudó mucho y allanó el terreno para que se dieran esos acuerdos. No sabemos si se hubieran aprobado estas reformas sin el Pacto por México, pero sí entendemos que hubiera sido más difícil avalarlas. Tenemos el contraste de las otras legislaturas donde no había Pacto y no se lograron esos acuerdos”, comentó José Antonio Crespo.

Faltan leyes secundarias

El académico adelantó que viene una discusión importante, pues faltan las leyes secundarias de las reformas constitucionales y añadió que el verdadero logro será al momento de redactarlas, porque es necesario que no se pierda el espíritu que las caracteriza; se tienen que tener en mente los objetivos de cada una de las reformas.

Por su parte, el politólogo Agustín Basave dijo que los resultados del Congreso dejan “luces y sombras”, porque hubo buenas reformas como la de telecomunicaciones, pero otras muy malas, como la política o la energética, las cuales modificaron la Constitución.

“Hay buenas reformas, pero es importante señalar que el diablo está en los detalles y todavía no hemos visto cómo quedarán legisladas las leyes secundarias de las reformas aprobadas”, reiteró.

El académico de la Universidad Iberoamericana explicó que en la reforma educativa hay claroscuros, porque tiene elementos positivos pero ahora se prevé que en el proceso de evaluación se aplique “la mexicanísima simulación”, pues sólo se llevará a cabo en las entidades del país donde no es hegemónica la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE).

Para Basave, la reforma política fue una gran decepción porque se pudieron hacer cosas muy buenas como era originalmente el planteamiento del Instituto Nacional de Elecciones (INE), pero quedó en híbrido que, lejos de subsanar errores, los agravará.

Salió un “Frankenstein”

“Originalmente era una buena idea quitarle fuerza a los gobernadores, a los nuevos señores feudales, que controlan los organismos electorales y sus elecciones, pero con ese híbrido que se aprobó crearon un Frankenstein que resultara caro e ineficaz”, reiteró.

Consideró que otro mal resultado de la reforma político-electoral es el tema que tiene que ver con la reelección de los legisladores, pues la bancadas se pusieron un candado partidocrático para que los representantes populares puedan repetir en el Congreso con otras siglas, lo que desvirtúa el sentido de la reforma que buscar darle más “poder a la sociedad”.

Respecto a la reforma energética, el especialista aseguró que es negativa la forma en que se hicieron los cambios constitucionales, por lo que la calificó de “toxica”.

“Sigue partiendo de la idea falsa de que sólo el capital privado puede redimir a las naciones en el ámbito petrolero y no se dan cuentan que al abrir las puertas de un recurso tan importante como el petróleo a empresas gigantes se necesita de un Estado sólido y eso es lo menos que tenemos en México”, dijo Basave.

En ese sentido, vaticinó que la corrupción sobrepasará cualquier expectativa en este tema y en futuro no será extraño ver a políticos siendo representantes de los intereses nacionales y extranjeros.