silvia.otero@eluniversal.com.mx

La Procuraduría General de la República (PGR) tiene indicios de que las organizaciones de Los Caballeros Templarios e integrantes del cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) participaron en los ataques contra elementos de la Policía Federal (PF), perpetrados en los últimos días en Michoacán, como parte de la disputa que estos grupos delictivos libran en los últimos meses por el control del territorio.

Autoridades del gobierno federal indicaron que esta es la principal línea de investigación que se sigue en las cuatro averiguaciones previas que inició la PGR, en torno a un total de siete agresiones perpetradas en el transcurso del martes pasado, en diferentes puntos del Estado, que dejaron un saldo de cuatro elementos de la Policía Federal muertos y 21 efectivos lesionados; que se suman a un primer ataque el 18 de julio pasado, en el que perdieron la vida tres elementos más de la corporación en Lázaro Cárdenas.

Detallaron que las agresiones que tuvieron que repeler las fuerzas federales, “fueron acciones concertadas, planificadas con anticipación, por lo que incluso en algunos casos los bloqueos carreteros realizados por los grupos armados, sirvieron como distractor o para entorpecer la movilidad de apoyos”.

La información recabada hasta el momento apunta a que entre más de una veintena de presuntos sicarios abatidos en los enfrentamientos, se ha logrado identificar de manera preliminar a integrantes del crimen organizado. También se ha recabado la declaración de policías heridos, que han permito perfilar la autoría de los ataques.

Fuentes consultadas indicaron que hasta el momento el móvil de emboscar a los convoyes de la PF no se ha determinado, excepto que “estos ataques cobardes, son una reacción a la afectación a sus intereses”.

Las pesquisas indican que entre los responsables de las agresiones hay tanto integrantes de Los Caballeros Templarios, como los autodenominados Guerreros de Jalisco Nueva Generación, que desde abril pasado anunciaron en videos y narcomensajes que emprenderían una lucha contra las huestes templarias, para, según ellos, recuperar el territorio.

Ante la violencia en Michoacán la PGR inició cuatro averiguaciones previas por los delitos de homicidios, tentativa de homicidio, violaciones a la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, y los que resulten.

La primera indagatoria se inició por un ataque perpetrado el 18 de julio en Lázaro Cárdenas, en el que murieron tres elementos de la PF, cuando un convoy de las fuerzas federales fue emboscado a la altura del kilómetro 279 de la carretera 37D Morelia-Lázaro Cárdenas. Civiles armados dispararon desde dos puentes contra los elementos, por lo que perdieron la vida los agentes Joel Pérez, el comandante Efraín Tierrablanca y Máximo Reyes.

El 23 de julio hubo siete ataques contra la PF, por los que el Ministerio Público de la Federación inició otros tres expedientes. Una de las indagatorias es para esclarecer el asesinato del agente federal Felipe Martínez Apolinar, quien murió durante una agresión en la autopista Siglo XXI, a la altura del kilómetro 260.

En otra de las emboscadas realizadas el martes por grupos armados, también perdió la vida el policía federal Miguel Ángel Vivero Fierro; este enfrentamiento se verificó a la altura del kilómetro 19 de la carretera Arteaga-Tumbiscatío; se integra una tercera averiguación previa.

Una última agresión se verificó la noche del martes poco después de las 23:00 horas, en el kilómetro 124 de la carretera Lázaro Cárdenas-Colima, en la comunidad indígena de Pichilinguillo, “lugar donde se registró la agresión a un convoy de la Policía Federal”, en la que dos elementos perdieron la vida y seis más resultaron lesionados; por este hecho se inició una cuarta indagatoria en la PGR, para ubicar a los responsables de las emboscadas.