Crónica. Sufren desvelo por atorón legislativo
CONFERENCIA. Manuel Camacho, Alejandro Encinas y Mario Delgado. (Foto: MIGUEL ESPINOSA / EL UNIVERSAL )
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A las tres de la madrugada del miércoles, aprobada la reforma política, ocurre lo insólito: abren las puertas del salón de sesiones del Senado para que entren a rendir protesta 15 embajadores y tres cónsules, damnificados del atorón legislativo, que han estado en el limbo desde las diez de la mañana del martes.
Aguantan vara, pasan la prueba diplomática de su vida: guardar silencio en la humillación de esa espera y despedirse agradecidos de poder presentarse ante la reina Isabel y con el rey Juan Carlos, por ejemplo.
Salen del Senado rumbo a los cuatro confines del mundo y dejan un campo de acción de la política real, blindado contra la infiltración de opositores a quien toque la Constitución en materia energética. Las huestes del movimiento social parecen en escena a las diez de la mañana, como pidió el hijo de Andrés Manuel López Obrador, desde el hospital donde el líder sobrevive a un infarto.
Militantes de la tercera edad, grupos populares, con cartulinas y consignas —“¡Auxilio, socorro, nos roban el petróleo!”—, en Reforma declaran la guerra a los senadores del PRI, PAN y PVEM. Y taponan los puntos de acceso al triangulo de calles protegido con más de dos mil policías. Logran impedir por horas la entrada y salida de gente y vehículos.
Esta reforma energética parece una cuestión de ajedrez, y el tablero es el tiempo a ganar o perder. Los hoteles en la zona están ocupados por senadores, colaboradores, periodistas. Las bodegas de alimentos de restaurantes se agotan en horas. Son estampas de una guerra que, sin embargo, es parlamentaria en su esencia.
Alejandro Encinas (PRD) gana tiempo, 24 horas, con una simple invocación: exige respeto al Reglamento el cual dicta que las comisiones sesionan convocadas un día antes.
En la guerra hay valientes, y aquí los hay. Ahí está Dolores Padierna, la dama de las mil reservas; la declarante de denuncias contra lo nocivo a su causa, y leal al liderazgo de su bancada. Le han preguntado si releva al coordinador Barbosa, y aclara: “Miguel, en estos momentos, es indispensable. Así, Barbosa ausente inyecta fuerza a los suyos.
Emilio Gamboa, sale y habla a los medios: Habrá reforma energética. Y aclara que hay respeto a las comisiones dictaminadoras.
Los senadores panistas, al mando de Jorge Luis Preciado, como una mayoría priista duermen, descansan en habitaciones del Hotel Sevilla, dentro del cerco de seguridad.