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La Secretaría de Salud (Ssa) pidió que antes de tomarse una decisión sobre la legalización de la mariguana, se realice una evaluación —con base en evidencias científicas— sobre los efectos nocivos que provoca su consumo en la salud humana.

En un comunicado, la dependencia federal estimó que el debate de las ideas sobre este tema enriquecerá el conocimiento.

Sin embargo, destacó, el punto más importante que se debe medir son los daños y riesgos que el consumo de la mariguana genera a la salud física y mental de la población.

“Se tiene evidencia que cuando la adicción a la cannabis inicia en edades tempranas, ocurre una disminución de las capacidades intelectuales y cognoscitivas, y es causa de problemas escolares y deserción”, explicó la la secretaría.

Asimismo, dijo que el consumo de la mariguana afecta los reflejos y propicia una pérdida de la noción de las distancias y el tiempo, lo que es causa de graves accidentes y pérdida de motivación.

Para la Ssa, el tema es la violación al derecho humano de la protección de la salud de los mexicanos, como garantía social establecida en el artículo 4 de la Constitución.

Por separado, Roberto Campa Cifrián, subsecretario de Prevención y Participación Ciudadana de la Secretaría de Gobernación (Segob), dijo que la legalización de la mariguana o cannabis no resolverá el problema de violencia que existe en el país.

En entrevista en la Cámara de Senadores a donde acudió a una reunión con los integrantes de la Comisión Bicamaral de Seguridad Nacional, Campa alertó de los posibles riesgos de una legalización en nuestro país, cuando México todavía se considera como una nación con consumos relativamente bajos.

Comentó que ante un escenario de legalización en sociedades de bajo consumo, se corre el riesgo de “que se incremente el consumo”.

“Se trata de un tema muy serio, de un tema que tiene que analizarse de manera profunda, porque las consecuencias pues pueden afectar a mucha gente y ello implica, me parece, un análisis profundo. Es que me parece que los países que más han avanzado, han avanzado prácticamente sólo en el tema de la legalización de cannabis, de mariguana, y entonces pues está muy claro que eso tampoco resuelve el problema de la violencia”, dijo el funcionario. Pidió abrir el debate a la sociedad y los legisladores que podrían ser quienes aprueben modificaciones legales para legalizar los estupefacientes.

Comentó que a nivel internacional hay una discusión, pero la posible legalización de las drogas debe depender de los niveles de consumo. “En México, los niveles de consumo siguen siendo relativamente bajos. El peligro en sociedades con niveles de consumo bajos de un esquema de legalización, es que el riesgo es que se incremente el consumo”, dijo.

Adelantó que habrá una campaña de información seria y sencilla para los jóvenes, que es al sector que más afectaría, para que les ayude a tomar sus propias decisiones, incluso a los padres de familia también.

Sugirió —a título personal— que nuestro país debe continuar con el modelo hasta ahora adoptado, que es el de sólo la despenalización de la mariguana, y no dar el paso a la una legalización. “Es importante dejar claro que no es lo mismo despenalizar que legalizar: despenalizar implica un beneficio para quien consume, para el adicto; no para quien ofrece, para el que trafica”, destacó.