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TIERRA COLORADA, Gro.— Del otro lado del puente roto está Omitlán y La Palma y a una semana de la tormenta Manuel nadie ha auxiliado a esta comunidad: se acaban los víveres y la gente sigue incomunicada.

La principal vía de comunicación —un enorme puente hecho de concreto— se vino abajo y del otro lado sigue la angustia porque los cerros se siguen deslavando y ponen en peligro a esta comunidad enclava en el municipio de Juan R. Escudero.

Por lo largo que era este puente, incluso es uno de los caminos más usados para llegar a la Costa Chica, el grupo de rescate Búsqueda y Salvamento —a través de una tirolesa— hace labores para conectar este pueblo con el de Tierra Colorada, donde están los víveres traídos desde Chilpancingo por el voluntariado de Cruz Roja y la Policía Federal.

“Hasta ahorita ninguna persona había venido porque no había comunicación; ustedes (y señala al personal de Cruz Roja) son los primeros”, relató el señor Víctor Castañon, quien tenía su casa a la otra orilla de río.

“Yo tenía mis dos casas ahí (y señala del otro lado del puente) y ya quedaron enterradas. En esa parte donde está la palma, era la primera; la otra estaba más arriba y ahí donde estaban los zopilotes hace un rato dejé amarrado un toro que se ahogó”.

“Tengo más de 60 años en ese lugar. Ahí hice toda mi vida y ya no quedó nada. Todo quedó enterrado”, sigue relatando este campesino y pescador de más de 60 años de edad.

Explica que los pocos alimentos que han podido llegar del otro lado se han hecho a través de pequeñas pangas, pero la corriente del río hace complicada la maniobra.

De acuerdo con Ramón Ruiz, habitante de Tierra Colorado, la gente de las comunidades que están aisladas han buscado ayuda caminando por horas hacia otros pueblos alejados, por lo que urge que les ayuden a salir o que les lleven víveres.

“Este es un paso muy importante para la gente de aquí, porque es un camino que te lleva hasta Oaxaca; el puente lo usan mucho las personas del otro lado para venir abastecerse en Tierra Colorada, es decir, van y vienen”, reiteró

Escenario de película

El puente de Omitlán además de ser su paso habitual a Chilpancingo y a Acapulco también tienen una historia singular que los habitantes de la zona la cuentan agrado, pues en 1985 el actor estadounidense Silvester Stallone grabó la película Rambo II y en una de las escenas hacen explotar el puente que ahora está caído.

Incluso, don Víctor relata que la zona donde estaban su casas fue el set de la filmación y que muchos habitantes del lugar fueron contratados durante los meses que duró el rodaje.

La tragedia que vive Guerrero también permitió ver escenas que era impensables, como la de ver a la Policía Comunitaria de la Unión de Pueblos Organizados del Estado de Guerrero (UPOEG), encabezada por Bruno Plácido Valerio, trabajando en conjunto con la PF.

Este trabajo se dio luego de que no fue posible hacer llegar los víveres a los habitantes de Omitlán y La Palma, por lo que se acordó que fuera la comunitaria quien los resguardara y los distribuyera con los comisarios de los distintos lugares necesitados.