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Senadores del PRI, PAN y PRD coincidieron en la necesidad de debatir y, en su caso, legislar sobre la credibilidad y funcionamiento del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), con el propósito de evitar caer en incertidumbres en cualquiera de los comicios.

Miguel Barbosa, coordinador del PRD en el Senado, dijo que la reforma político-electoral deberá regular este tipo de tecnología que es contratada por los institutos electorales de los estados.

“La reforma electoral deberá atender este tipo de circunstancias (…) porque hay deformaciones que se dieron en estas elecciones intermedias que hablan del comportamiento de las autoridades electorales al ser controladas por la autoridad política constituida”, dijo el perredista.

Barbosa Huerta consideró que la reforma electoral que se procesa en el Congreso debe centrar parte de su contenido en la evolución de los institutos electorales, en especial, en su independencia y autonomía, y consideró innecesaria la propuesta de crear el Instituto Nacional de Elecciones (INE) que sustituya al Instituto Federal de Electoral (IFE).

El vicecoordinador del PAN en la Cámara Alta, José María Martínez, coincidió con la necesidad de que el Congreso analice los mecanismos necesarios para dar certeza a un resultado electoral.

“Podemos establecer los estándares mínimos para dar certeza y confianza a todos. El PREP y sus fallas deben ser atendidas en la reforma política a la luz de la intervención de los gobernadores, en los excesos en los gastos de campaña y nula fiscalización de los gastos ejercidos por los partidos”.

El vicepresidente del Senado, Enrique Burgos (PRI), aseguró que en apego a la autonomía de los estados, es deseable que se haga un debate razonado sobre estos mecanismos aprovechando la coyuntura de la redacción de la propuesta de reforma política, “aunque el PREP es una facultad de los propios estados del país, porque es un derecho local”.

El domingo durante el conteo de los resultados electorales en las 14 entidades que tuvieron elecciones, los Preps registraron errores, pero en Baja California, donde se disputa la gubernatura falló, lo que generó suspicacias.